El magnate y polémico Horacio Cartes será Presidente hasta el
2018
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Tras la jornada electoral del domingo,
el Partido Colorado recuperó el
poder. Cartes obtuvo el 45.91% de los votos frente a su rival Efraín Alegre del gobernante Partido Liberal. Con una participación
de 68% y la presencia de 300 observadores internacionales, los paraguayos
eligieron presidente y vice, senadores, diputados, autoridades departamentales
y representantes para el parlamento del Mercosur.
Los comicios eran de gran importancia para devolverle al país la reputación
internacional perdida tras la destitución de Fernando Lugo el año pasado.
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El empresario Horacio Cartes fue uno de
los principales artífices de la destitución del anterior mandatario. El también
dirigente de fútbol se muestra como la cara distinta de un partido tradicional.
Como una nueva figura en la política recompuso una coalición fragmentada y
devolvió el poder a los conservadores. Su llegada a la denominada Asociación Nacional Republicana generó
ciertas resistencias en la agrupación de derecha. Incluso se necesitó una
modificación de los reglamentos para que pueda ser candidato, ya que se exigía
una afiliación temporal mínima de cuatro años. Nacido en Asunción, este hombre
de negocios comenzó en el rubro financiero para luego producir y comercializar
tabaco. Su exitosa carrera como empresario esta manchada con numerosas
denuncias sobre actividades ilícitas. Estuvo casi un año en la cárcel en 1989
por un delito de evasión de divisas. En lo que refiere a aspectos personales,
se manifestó en contra del aborto y el matrimonio homosexual, a quienes comparó
con los monos.
El Partido Colorado además de ganar la
presidencia logró una mayoría holgada pero no absoluta en el Senado, obteniendo
19 escaños. De esa manera uno de los partidos políticos más antiguos de Latinoamérica, recuperó el poder del
país perdido tras los últimos comicios en 2008.
Cartes venció al abogado Efraín Alegre, candidato de la Alianza Paraguay Alegre, integrado por el Partido Liberal Radical
Auténtico, Partido Democrático Progresista y que sumó al partido UNACE del ex general Lino Oviedo. La coalición del senador
Alegre obtuvo 36% de apoyo, diez puntos porcentuales por debajo del ganador. La
izquierda concurrió dividida a las elecciones, Mario Ferreiro, candidato de Avanza País, obtuvo 5.6% mientras que
Aníbal Carrillo del Frente Guazú alcanzó un 3.4%. Federico Franco, el actual presidente y quien asumió cuando el Parlamento
destituyó al ex obispo Lugo, prometió una transición ordenada y pacífica para
el 15 de agosto. De esta manera Paraguay saldrá de la crisis política, que derivó
en críticas al sistema democrático y la suspensión del país en el Mercosur y la Unasur.
La región clave para un buen gobierno
La crisis gubernamental en Paraguay
se desató tras la condena política, por parte del Senado, al presidente
Lugo en junio de 2012. Con 39 de 45
votos en su contra, el izquierdista perdía el juicio en el Parlamento. Sus
seguidores expresaron que el proceso, previsto en la Constitución, tenía
irregularidades y tildaron el hecho de golpe institucional. El evento que desencadenó
la situación fue la Masacre de Curuguaty
de seis policías y 11 campesinos en el norte del país, tras la ocupación de una
finca. La derecha acusaba a Lugo de tolerar y fomentar las ocupaciones de
tierra. El Partido Liberal, con quien gobernaba, le quitó su apoyo y se unió a
los colorados. Estos dos partidos históricos de Paraguay se remontan a la
guerra de la Triple Alianza y poseen
militantes que van desde la izquierda a la extrema derecha. El Partido Colorado
que mantuvo la hegemonía desde 1947 a 2008 lo fundó Bernardino Caballero en
el siglo XIX uniendo Iglesia, Estado y Fuerzas Armadas. Los rojos gobernaron
incluso durante la dictadura de Alfredo
Stroessner (1954-1989), en donde
se intensificó las desigualdades del país a través de la corrupción y el
reparto de tierra a sus seguidores. Además ganaron las cuatro elecciones democráticas
posteriores a Strossner.
Los comicios de
ayer tuvieron poco interés en la población, seguramente por la pobre campaña
electoral, carente de propuestas y llena de ataques personales entre los
candidatos. Los favoritos eran los liberales, quienes apoyaron el “golpe
parlamentario” a Lugo, y los colorados, que apoyaron el autoritarismo durante
décadas. La izquierda, minoritaria en Paraguay, no logró atrapar a los
votantes. El gobierno de Lugo nunca pudo hacer demasiados cambios como para
fortalecer su agrupación. Igualmente sus intentos de derribar los vicios
políticos del país no fueron perdonados por la derecha. Horacio Cartes deberá
normalizar la situación económica y convencer a los paraguayos que las
acusaciones contra él son falsas. El principal desafío es extender la bonanza
del sector agropecuario y atraer inversión privada para mejorar las
infraestructuras. También deberá enfrentar el eterno problema de la tierra, que
tanto marcó estas elecciones. Impulsar la economía será clave para combatir una
pobreza que ronda en el 40%. Para ello será clave su relacionamiento con la
región. Al ser un país sin salida al mar, el comercio de Paraguay es principalmente
a través y con sus vecinos. Con ellos deberá restaurar el trato para poder
cumplir sus objetivos.
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