El gobierno de
Ucrania se encuentra en la disyuntiva de tener que elegir entre el bloque
europeo y Rusia. Durante años se benefició del camino del medio pero las
presiones de ambos lados son cada vez más grandes. El presidente del país,
Victor Yanukovich, parece enfilarse hacia Europa, aunque para lograr una buena
relación con Bruselas deberá solucionar el caso abierto de la ex primer
ministra Yulia Timoshenko, que se encuentra en prisión. También Ucrania tendrá
que lidiar con las represalias de Rusia, debido a que el presidente Vladimir
Putin quiere mantener a Kiev bajo su órbita política a través de las
estructuras regionales creadas.
Unión
Europea: la opción más democrática
Si bien desde Kiev se
busca obtener acuerdos tanto con Rusia como con Europa, el ministro de
Relaciones Exteriores, Leonid Kozhara, afirmó meses atrás que la integración
como miembro de la Unión Europea es la base de su política exterior. Ucrania tiene
como objetivo ser un país independiente próximo al sistema europeo, sin relegar
soberanía ante Rusia. Por su ubicación en el cruce de rutas, los ucranianos quieren
mostrarse atractivos a la inversión extranjera. Para ello es clave la firma de un
Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Aunque Europa en este momento no este
muy dispuesta a ampliar su espacio continental, el próximo noviembre en la
reunión del Consejo podría firmarse un tratado de comercio con Ucrania. Este es
un año clave para la relación entre ambos ya que en 2014 habrá elecciones en el
Parlamento Europeo y un año después serán las presidenciales en Ucrania.
Para lograr una
futura adhesión y mejorar las relaciones con Bruselas, Ucrania está cumpliendo
con un plan de confecciones que incluye cambios en el sistema judicial, lucha
contra la corrupción, reformas económicas y modificaciones en la legislación
electoral. Sin embargo el punto clave a superar es el trato que se le da a
Yulia Timoshenko. La ex primer ministra fue arrestada el 5 de agosto de 2011 y
llevada a una prisión preventiva antes de ser sentenciada. Esta situación le
generó problemas de imagen a Ucrania en el ámbito internacional y reclamos para
su liberación por parte de Catherine Ashton y Hillary Clinton, entre muchos
otros. En su momento Bélgica, Francia y Reino Unido amenazaron con boicotear
eventos deportivos y cumbres que se realicen en territorio ucraniano. Timoshenko,
considerada una rival de Rusia por sus políticas orientadas hacia Occidente, había
tenido procesos legales en su contra pero fueron cerrados luego de las
elecciones de 2004.
Destrabar el
acercamiento
En octubre de 2011 Timoshenko
fue culpable por extralimitarse en sus funciones en la firma de un acuerdo de importación de gas
con Rusia, que según dicen le provocó pérdidas al país por más de 200 millones
de dólares. La ex mandataria fue culpada por abuso de poder y por establecer contratos
altamente onerosos para Kiev. Por ello fue condenada a 7 años en una prisión en
Jarkov. Hasta el momento, la mayor parte del tiempo Timoshenko estuvo en un
hospital, en donde se la trata por un problema en su columna. Su persecución no
finaliza allí, también fue acusada de complicidad en un asesinato por encargo
hace más de diez años. Por último se le implicó una causa penal por haberle
endosado al Estado una deuda que su corporación había contraído con el
Ministerio de Defensa de Rusia. Las condiciones de su encarcelamiento fueron
polémicas porque se acusó a la Policía de malos tratos, aunque el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, situado en Estrasburgo, negó esa acusación.
Más allá de
posibles errores que Timoshenko pueda haber cometido durante su estadía en el
poder, el gobierno buscó eliminarla de la vida política para que no se presente
a futuras elecciones y que el partido del presidente Victor Yanukovich tenga
vía libre. Se puede decir que los distintos procesos fueron un ajuste de
cuentas y una venganza política. La figura de Timoshenko es muy controversial,
generando admiración y odio, pero la oposición a la Unión Aduanera rusa le
trajo muchos enemigos del otro lado de la frontera. Es bueno recordar que en
las elecciones de enero del 2010 el presidente Yanukovich superó en las urnas a
Timoshenko con un 49% frente a 45%. Si bien al principio ella se negó a
reconocer su derrota electoral, al tiempo retiró la impugnación ante los
tribunales. Cabe destacar que los observadores internacionales valoraron
positivamente los comicios.
Para destrabar la
situación con la Unión Europea, Ucrania debería aceptar la demanda del Tribunal
de Estrasburgo y excarcelar a Timoshenko. En las últimas semanas se anunció la
posibilidad de dejarla en libertad, buscando un camino intermedio. El gobierno ya
comenzó con la liberación de algunos funcionarios de aquel entonces, el
ministro del Interior Lutsenko y el de Medio Ambiente Filipchuk, acusados por
mal uso de fondos públicos. Con estas decisiones se intenta tender puentes con
Bruselas. Una opción posible es dejar que Timoshenko se vaya a Alemania para tratar
sus problemas de salud, sin embargo el oficialismo no quiere su retorno a la
política y busca una fórmula para evitar su postulación a las elecciones de
2015. La opción de una condena económica sería con el objetivo de
desestabilizar y dañar su economía, de forma tal que no pueda hacer campaña en
contra del actual presidente.
La
represalia de Rusia
Las consecuencias para
Ucrania del acercamiento a Europa es la reacción de Rusia. Moscú considera
incompatible las relaciones económicas con ambos y si bien niega haber
emprendido una guerra comercial, es claro que se intenta evitar el avance de
Kiev hacia Occidente y un posible tratado de asociación con la organización
continental europea. Las represalias se pueden observar principalmente en el comercio, a través de
suspensiones y trabas a los camiones que llevan mercancías hacia territorio
ruso. El objetivo de Putin es llevar a Ucrania hacia su Unión Aduanera junto a
Bielorrusia y Kazajstán, de la cual el gobierno de Kiev ya tiene rango de
observador con una participación que incluye voz pero no voto. La Unión Aduanera
es el mayor socio comercial de Ucrania, representando más del 50% del
intercambio comercial.
Según Putin este
proyecto es la única forma de que Ucrania sea competitivo, ya que Rusia es su
principal socio. Seguramente Moscú continúe presionando a Yanukovich de aquí a
noviembre. Lo que tiene para ofrecer Rusia es una integración económica a
través del suministro más barato del gas. Lo que está haciendo Putin es poner a
Ucrania entre la espada y la pared, obligándolos a elegir entre ellos o Europa.
Hace algunos meses el
mandatario ruso viajó hacia Ucrania predicando la idea de “un solo pueblo”. Apeló
a la unidad cultural y religiosa con Ucrania y Bielorrusia para la conformación
de un espacio común. Durante su viaje en julio, aprovechando el 1025 aniversario
de la cristianización de Rusia tras la conversión del príncipe Vladimir de
Kiev, se entrevistó con el presidente Viktor Yanukovich pero sin lograr mayores
resultados. Los intentos de mantener a Ucrania bajo su órbita traspasaron las
líneas estatales e incluyó también el espacio religioso. La Iglesia cristiana
ortodoxa es una de las entidades más ricas de Rusia con un papel privilegiado
en la sociedad actual. Tras obtener su espacio ideológico ante el vació dejado
por los comunistas, el Patriarca Kiril, afín a Putin, busca el liderazgo del
espacio postsoviético, que por supuesto incluye Ucrania.
Arquitectos
de su propio futuro
La situación
política de los últimos años en Ucrania es inestable, marcada por el
autoritarismo y la corrupción. En 2004 se formó un movimiento popular que se
manifestó contra el fraude electoral. La denominada Revolución Naranja se
produjo por protestas masivas ante las irregularidades en el recuento de votos
que en aquel entonces derivó en la realización de una tercera cita electoral. Luego
de esos comicios Timoshenko asumió como primer ministra en el gobierno de
Yushenko pero al tiempo dejó el cargo por discrepancias. Retornó al cargo nuevamente
en setiembre de 2007 hasta abril de 2010 cuando Yanukovich venció en las
presidenciales.
En las últimas
elecciones legislativas, celebradas en octubre de 2012, Timoshenko tuvo que
votar en la cárcel. En dichos comicios se impuso el Partido de las Regiones del
presidente ucraniano Yanukovich, contando con el apoyo de sus aliados
comunistas. El partido Batkivshina, que reúne a los seguidores de Timoshenko,
se ubicó en segundo lugar. Además de estas dos grandes fuerzas políticas
lograron buenos resultados la agrupación del campeón mundial de boxeo Kiltscho
(14%), el Partido Comunista (12%) y la extrema derecha Svoboda (12%). Si bien
hubo acusaciones por abuso de recursos gubernamentales, el resultado reforzó al
oficialismo para las presidenciales de 2015.
El gobierno de
Yanukovich, en un principio cercano y colaborador de Rusia, se valió del camino
del medio en política exterior, manteniendo buenas relaciones tanto con Moscú
como con Bruselas. Sin embargo José Manuel Barroso, presidente de la Comisión
Europea, le dejó claro a Yanukovich que el acuerdo de libre comercio con la
Unión Europea era incompatible con el proyecto de asociación ruso. Rusia, que quiere
oficiar como un intermediario entre Asia Central y Ucrania, le teme al
acercamiento de Ucrania con la Unión Europea así como también al partido de
Timoshenko, que planea revisar los acuerdos de venta de gas que se firmaron con
precios ventajosos para Moscú.
Ucrania no quiere
ser una marioneta de Rusia ni perder soberanía. Este país de 46 millones de
habitantes posee una ubicación estratégica para llevar el gas y el petróleo a
Europa, funcionando como eje entre dos zonas claves del mundo. Sin embargo se
encuentra acorralado al no querer desprenderse totalmente de Moscú, por la
importancia de este país en su economía. A su vez, además de luchar contra la
presión de Putin, Yanukovich deberá seguir adelante con sus cambios económicos
y democráticos para poder cumplir los requisitos de Bruselas. Ucrania aún está muy
lejos de la Unión Europea, principalmente por los valores democráticos. Deberá
en el corto plazo tomar decisiones claves para acercarse a Europa como la
excarcelación de Timoshenko. Sin embargo los años que le lleve buscar la
adhesión pueden ser muy costosos por la represalia rusa.