La euroescéptica centroderecha ganó
las elecciones legislativas
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La oposición obtuvo una clara victoria
en los comicios celebrados el sábado. El Partido
de la Independencia encabezará la nueva coalición de gobierno luego de ser
el partido más votado con el 26.7% de las preferencias. Si bien se necesitarán
negociaciones para formar gobierno, el líder conservador Bjarni Benediktsson será el primer ministro del país. Los electores
sancionaron a la saliente administración de izquierda tras los ajustes para paliar la
crisis financiera de 2008.
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El conservador y liberal Partido de la
Independencia obtuvo 19 escaños y seguramente liderará un gobierno de coalición
con el Partido Progresista; ésta
agrupación centrista y agraria, encabezada por Sigmundur David Gunnlaugsson, también obtuvo 19 diputados tras
obtener el 24% de los votos. El ganador Benediktsson, un abogado de 43 años dedicado
a los negocios y con estudios en el extranjero, se convertirá en el líder de la
isla del Atlántico Norte. Parlamentario desde 2003, encabezó un cambio generacional en el Partido
de la Independencia pero también logró atraer el voto tradicional. En 2009 perdió
las elecciones y una nueva derrota hubiese significado el fin de su liderazgo.
Hace tres meses encabezaba las encuestas pero comenzó una tendencia descendente
y amenazó con renunciar por los malos resultados. Con Benediktsson se prevé un
gabinete más moderado en su política liberal que sus predecesores partidarios.
Durante el último tiempo ha defendido la baja de los impuestos a las empresas
para crear empleo y atraer nuevas inversiones.
El Partido de la Independencia y el
Partido Progresista acapararon juntos 38 de los 68 escaños del Parlamento. La Alianza Social-Demócrata, que
presentaba como candidato a Arni Pall
Arnasson, pasó de ser la fuerza más votada a ubicarse en el tercer puesto,
ya que obtuvo tan sólo 9 diputados (12.9%). El Movimiento de Izquierda Verde también cayó a la mitad de sus
representantes, ahora tendrá solamente siete, tras haber logrado un 10.9% de
las preferencias. La población aplicó el voto castigo a la alianza gobernante aunque
haya cambiado a sus impopulares líderes. Dos partidos de creación reciente
completan el mapa parlamentario: Futuro
Radiante, pro Unión Europea, logró 6 escaños (8,2%), mientras que el Partido Pirata, primero en su género en
llegar a un Parlamento, obtuvo 3 diputados. Uno de los principales temas de
campaña fue el conflicto con el banco Icesave. El gobierno fue perjudicado por
la postura adoptada en el litigio por las indemnizaciones a los ahorristas
extranjeros. La población rechazó el acuerdo con Holanda y Gran Bretaña y apoyó
a los partidos de derecha por la línea dura y nada conciliadora.
La socialdemocracia pierde fuerza en el norte de Europa
La izquierda, en situación preocupante en los países nórdicos,
perdió más de la mitad de su representación con respecto a la última elección en
2009. Llegó al poder de la mano de Johanna
Sigudardottir pero no logró conquistar a la población tras la crisis
financiera. A su vez, los verdes no marcaron disciplina, perjudicando a los
socialdemócratas que tuvieron que tomar medidas que nadie quiere: reducir
gastos y aumentar impuestos que derivaron en la caída del nivel de vida. Además
no cumplió las promesas, que se enfocaban en la reforma política de la cuota de
pesca y la aprobación de una nueva Constitución. La Social Democracia llegó en 2009 por primera vez al poder, tras la
dominación histórica del Partido de la Independencia. Desde la independencia del
país en 1944, luego de haber formado
parte del Reino de Noruega y posteriormente de Dinamarca, los conservadores
habían ganado todas las elecciones. Bajo estos gobiernos en la década del
ochenta, Islandia poseía uno de los niveles de vida más altos del mundo pero en
los noventa la economía se derrumbó. El centro financiero europeo, a donde
llegaban los ahorristas británicos y holandeses, quedó enterrado.
La victoria de la
centro derecha deja caer la candidatura de Islandia a la Unión Europea lanzada
en 2009 por los socialdemócratas. Benediktsson es un opositor frontal al
organismo y buscará el final de las negociaciones, retirando la solicitud de
ingreso. Si bien los izquierdistas argumentaban que la entrada a la Unión es el
único camino que da seguridad a largo plazo, el 60% de la población se opone. El
descontento de los isleños con el gobierno actual radica también en los efectos
sociales del programa de ajuste, impuesto por el Fondo Monetario Internacional
para rescatar al país de la crisis. La última administración estabilizó las
finanzas, acordó la emergencia externa, mantuvo una situación económica correcta
y gobernó bajo un contexto en el que la economía volvió a crecer y el desempleo
bajó al 5%. Sin embargo el votante eligió la vuelta al pasado. Cabe recordar
que el Partido de la Independencia es el que precipitó, con las
administraciones neoliberales, el colapso económico y bancario en 2008. Con la
experiencia de los gobiernos anteriores la renovada agrupación conservadora,
encabezada por Benediktsson, deberá demostrar que ya no piensa igual que hace
cinco años.
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