lunes, 29 de abril de 2013

Islandia se aleja de la Unión Europea

La euroescéptica centroderecha ganó las elecciones legislativas
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La oposición obtuvo una clara victoria en los comicios celebrados el sábado. El Partido de la Independencia encabezará la nueva coalición de gobierno luego de ser el partido más votado con el 26.7% de las preferencias. Si bien se necesitarán negociaciones para formar gobierno, el líder conservador Bjarni Benediktsson será el primer ministro del país. Los electores sancionaron a la saliente administración de izquierda tras los ajustes para paliar la crisis financiera de 2008. 
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El conservador y liberal Partido de la Independencia obtuvo 19 escaños y seguramente liderará un gobierno de coalición con el Partido Progresista; ésta agrupación centrista y agraria, encabezada por Sigmundur David Gunnlaugsson, también obtuvo 19 diputados tras obtener el 24% de los votos. El ganador Benediktsson, un abogado de 43 años dedicado a los negocios y con estudios en el extranjero, se convertirá en el líder de la isla del Atlántico Norte. Parlamentario desde 2003,  encabezó un cambio generacional en el Partido de la Independencia pero también logró atraer el voto tradicional. En 2009 perdió las elecciones y una nueva derrota hubiese significado el fin de su liderazgo. Hace tres meses encabezaba las encuestas pero comenzó una tendencia descendente y amenazó con renunciar por los malos resultados. Con Benediktsson se prevé un gabinete más moderado en su política liberal que sus predecesores partidarios. Durante el último tiempo ha defendido la baja de los impuestos a las empresas para crear empleo y atraer nuevas inversiones.

El Partido de la Independencia y el Partido Progresista acapararon juntos 38 de los 68 escaños del Parlamento. La Alianza Social-Demócrata, que presentaba como candidato a Arni Pall Arnasson, pasó de ser la fuerza más votada a ubicarse en el tercer puesto, ya que obtuvo tan sólo 9 diputados (12.9%). El Movimiento de Izquierda Verde también cayó a la mitad de sus representantes, ahora tendrá solamente siete, tras haber logrado un 10.9% de las preferencias. La población aplicó el voto castigo a la alianza gobernante aunque haya cambiado a sus impopulares líderes. Dos partidos de creación reciente completan el mapa parlamentario: Futuro Radiante, pro Unión Europea, logró 6 escaños (8,2%), mientras que el Partido Pirata, primero en su género en llegar a un Parlamento, obtuvo 3 diputados. Uno de los principales temas de campaña fue el conflicto con el banco Icesave. El gobierno fue perjudicado por la postura adoptada en el litigio por las indemnizaciones a los ahorristas extranjeros. La población rechazó el acuerdo con Holanda y Gran Bretaña y apoyó a los partidos de derecha por la línea dura y nada conciliadora.

La socialdemocracia pierde fuerza en el norte de Europa

La izquierda, en situación preocupante en los países nórdicos, perdió más de la mitad de su representación con respecto a la última elección en 2009. Llegó al poder de la mano de Johanna Sigudardottir pero no logró conquistar a la población tras la crisis financiera. A su vez, los verdes no marcaron disciplina, perjudicando a los socialdemócratas que tuvieron que tomar medidas que nadie quiere: reducir gastos y aumentar impuestos que derivaron en la caída del nivel de vida. Además no cumplió las promesas, que se enfocaban en la reforma política de la cuota de pesca y la aprobación de una nueva Constitución. La Social Democracia llegó en 2009 por primera vez al poder, tras la dominación histórica del Partido de la Independencia. Desde la independencia del país en 1944, luego de haber formado parte del Reino de Noruega y posteriormente de Dinamarca, los conservadores habían ganado todas las elecciones. Bajo estos gobiernos en la década del ochenta, Islandia poseía uno de los niveles de vida más altos del mundo pero en los noventa la economía se derrumbó. El centro financiero europeo, a donde llegaban los ahorristas británicos y holandeses, quedó enterrado.

La victoria de la centro derecha deja caer la candidatura de Islandia a la Unión Europea lanzada en 2009 por los socialdemócratas. Benediktsson es un opositor frontal al organismo y buscará el final de las negociaciones, retirando la solicitud de ingreso. Si bien los izquierdistas argumentaban que la entrada a la Unión es el único camino que da seguridad a largo plazo, el 60% de la población se opone. El descontento de los isleños con el gobierno actual radica también en los efectos sociales del programa de ajuste, impuesto por el Fondo Monetario Internacional para rescatar al país de la crisis. La última administración estabilizó las finanzas, acordó la emergencia externa, mantuvo una situación económica correcta y gobernó bajo un contexto en el que la economía volvió a crecer y el desempleo bajó al 5%. Sin embargo el votante eligió la vuelta al pasado. Cabe recordar que el Partido de la Independencia es el que precipitó, con las administraciones neoliberales, el colapso económico y bancario en 2008. Con la experiencia de los gobiernos anteriores la renovada agrupación conservadora, encabezada por Benediktsson, deberá demostrar que ya no piensa igual que hace cinco años. 

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