viernes, 31 de mayo de 2013

Distintos puntos de vista

Los partidos políticos griegos debaten sobre racismo y diversidad
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La coalición de gobierno en Grecia se encuentra dividida por una ley anti racismo. Los conservadores, liderados por el primer ministro Antonis Samaras, se niegan a apoyar el proyecto realizado por los socios de izquierda. Los progresistas desafiaron a sus aliados y presentarán la propuesta al Parlamento, siendo la primera vez que deciden actuar en contra de la opinión de los derechistas. El partido del jefe de gobierno aduce que la legislatura vigente es suficiente y que sólo necesita algunas enmiendas.
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El gobierno tripartito de conservadores, socialistas (PASOK) e izquierdistas moderados (DIMAR), vive momentos complicados. La negativa de la Nueva Democracia de aprobar la ley anti racismo irritó a los socios minoritarios. Los líderes de los partidos principales se juntaron para desbloquear la situación pero no lograron un acuerdo. Esta situación derivó en que los socialistas, liderados por Evangelos Venizelos, y los moderados, encabezados por Fotis Kouvelis, anunciaran la intensión de presentar la propuesta sin la aprobación de sus socios. La misma fue elaborada por el ministro de Justicia, Antonis Roupakiotis, político apoyado por el pequeño partido Izquierda Democrática. La centro derecha se negó a apoyar la iniciativa para no convertir a los neo nazis en mártires y sosteniendo la necesidad de lidiar con ideas extremas y el extremismo. Por otra parte, la oposición de la izquierda radical, liderada por Alexis Tsipras, comunicó su intención de elaborar su propio proyecto de ley. 

La ley que se quiere promover castiga severamente las ofensas racistas y sustituye la legislación actual de 1979. Las penas van desde 3 a 6 años de prisión y multas de hasta 20.000 euros para las personas o medios culpables de comportamiento xenófobo y actitudes que promuevan el odio o violencia contra una raza, religión u orientación sexual. En estos últimos días, 200 trabajadores extranjeros de la fresa, que reclamaban por salarios impagos desde hace meses, recibieron disparos de parte de los capataces, ocasionando 20 personas heridas, originarios de Bangladesh. El incidente fue descrito como devastador y sin precedentes por parte de las autoridades. Sucesos como este han hecho regresar a muchos de los 100.000 indocumentados que llegan a Grecia por año, principalmente aquellos provenientes de Albania. La Unión Europea dio un toque de atención a las autoridades griegas por el auge del racismo. De hecho, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó de discriminación racial a la segregación de alumnos gitanos en una localidad del norte del país.

El crecimiento de los xenófobos

Grecia apunta a que 2013 sea el último de seis años de recesión. La crisis económica pegó fuerte en la nación pero tras un doble rescate financiero y un régimen estricto de austeridad, con las consecuencias sociales que ello trajo, la economía parece recuperarse. Desde junio de 2012 el gobierno de coalición está integrado por una mayoría de tecnócratas. En las elecciones del año pasado, en la que participaron siete partidos, los conservadores fueron los más votados con el 29%, seguido por la izquierda radical que alcanzó un 26%. La sorpresa fue los 18 diputados que logró la extrema derecha, el partido neonazi Amanecer Dorado. Con un discurso xenófobo contra la inmigración y la austeridad, se ubica como la tercera fuerza en los últimos sondeos de intención de voto. El Parlamento griego es testigo de los ataques contra los inmigrantes por parte de los diputados neo nazis, que llegaron a calificar como subhumanos a los extranjeros. 


La semana pasada hubo cruces de acusaciones entre la extrema derecha y la izquierda radical por saludos nazis escuchados en el Parlamento. A esto se le suma que días atrás a un diputado neonazi se le disparó su arma en el aeropuerto. La ley anti racismo busca frenar esta violencia y el crecimiento del fascismo en la política griega. Además, se intenta acoplar la legislación a la directiva europea con respecto a este tema, dándole una protección a los migrantes, víctimas de abusos. En esta ocasión las disputas entre los partidos que gobiernan no se dieron por recortes o subidas de impuestos, como ha pasado en los últimos tiempos. La visión con respecto al extremismo derechista podría traer inestabilidad a un año de conformada la alianza. Los socialistas amenazan, porque saben que si se retiran de la coalición el gobierno caería y se necesitaría llamar de nuevo a elecciones. Sería una lastima ya que Grecia se viene recuperando de años fatales. Sin embargo la postura de los conservadores con respecto a los diputados neo nazis debe ser más dura, para evitar un crecimiento del fascismo.   

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