jueves, 9 de mayo de 2013

Asuntos pendientes en Afganistán

La retirada de las tropas occidentales es uno de los tantos desafíos para Karzai
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El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, aseguró que Estados Unidos busca mantener nueve bases militares en su nación a partir de 2014. El mandatario se mostró favorable pero reconoció la necesidad de serias y delicadas negociaciones previas. El gobierno afgano necesita restaurar la paz y la economía, al encontrarse inmerso en un conflicto constante con los talibanes, a la que se le suma la tensión creciente con Pakistán por un litigo fronterizo.
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El gobierno de Estados Unidos intentará mantener cierto contingente en suelo afgano tras el fin de la misión de la OTAN en 2014, con la condición que los soldados obtengan inmunidad jurídica, un tema controversial para Afganistán. Karzai, quien aseguró que su oficina presidencial ha recibido pagos millonarios por parte de la CIA, reconoció que se le concederá a Washington nueve bases en su territorio (Kabul, Bagram, Mazar-i-sharif, Jalalabad, Gardez, Kandahar, Helmand y Herat). El objetivo principal sería terminar de adiestrar a las Fuerzas Armadas y lanzar ataques contra los terroristas. Los talibanes se oponen al mantenimiento de fuerzas extranjeras y exigen, como condición para alcanzar la paz, la retirada total. Actualmente para la lucha antiterrorista hay 100.000 soldados, integrantes de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, creada por la Alianza Atlántica. Estos contingentes de diversos países conservan la idea de permanecer en el campo de batalla, pero para eso Karzai exige acuerdos bilaterales en que se establezcan las modalidades y condiciones.  

Las tropas de la OTAN junto a las Fuerzas Armadas afganas combaten hace 10 años la insurrección talibán. Resisten a los atentados como los perpetrados en los últimos días en el sur del país, en donde fallecieron cinco soldados por la explosión de una bomba. Sin embargo, el conflicto que adquirió protagonismo en estos meses es la disputa fronteriza con Pakistán, del que las fuerzas occidentales han tratado de mantener distancia.  El litigio, que proviene del establecimiento de una línea demarcatoria en 1893 para separar Afganistán del Imperio de las Indias Británicas, desembocó en escaramuzas entre ambos ejércitos. La construcción de un puesto de control pakistaní en una zona que Kabul considera suya, derivó en un enfrentamiento. Los gobiernos se acusan de lanzarse proyectiles en esta zona montañosa que sirve como refugio para insurgentes. En una de las últimas manifestaciones populares contra Pakistán en la provincia de Kandahar, los talibanes se infiltraron generando un choque con la Policía que causó 12 muertos. Las autoridades afganas cuestionan a Pakistán por ofrecerle refugio al facciones talibanes.

Tres actores con distintos objetivos

Tras la retirada de las tropas soviéticas y la caída del régimen pro comunista en 1992, comenzó en Afganistán una guerra civil. La misma finalizó con la instauración del gobierno talibán en 1996, que contó con el apoyo logístico y el reconocimiento de Pakistán, pero no el de las Naciones Unidas. El régimen islámico basado en la Sharia permitió el asilo de grupos terroristas como Al Qaeda. Luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York, Estados Unidos presionó al gobierno talibán para entregar a Osama Bin Laden. Ante la negativa, en octubre comenzaron los bombardeos y un mes más tarde se ocupó la capital, Kabul. Los enfrentamientos tuvieron como principal campo de batalla la frontera con Pakistán, en donde se fueron estableciendo las milicias islámicas. En 2002 Hamid Karzai, personaje con lazos históricos con la CIA, fue nombrado presidente para la transición y validó su mandato en las elecciones dos años después, liderando un gobierno de coalición. Tras el vencimiento de su primera administración, obtuvo la reelección en 2009.  

La insurrección de los talibanes cobró fuerza en los últimos años, por lo que no se descarta que occidente promueva una negociación por la paz; principalmente teniendo en cuenta que la OTAN apunta a retirarse del país el año que viene. Estados Unidos busca que Pakistán lidie entre talibanes y afganos, pero el aumento de tensión por el litigio dificulta la cooperación de los gobiernos. La frontera entre ambas naciones es un territorio complicado, un nido para los talibanes. Afganistán, a través de su presidente Karzai, expresó que nunca aceptará la línea demarcatoria actual e incluso instó a los talibanes a luchar contra Pakistán y no atacar a sus propios compatriotas. En 2014 habrá elecciones para presidente en Afganistán a las que Karzai no podrá presentarse, ya que la Constitución no permite un tercer mandato. Son muchos los asuntos para resolver en sus últimos doce meses: la retirada de las fuerzas occidentales, el litigio con Pakistán y las negociaciones de paz con los talibanes. 

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