domingo, 26 de mayo de 2013

Informe Semanal: Alianza del Pacífico

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El objetivo de esta nueva entrega semanal es investigar la sociedad comercial creada por Chile, Colombia, Perú y México. Esta semana se realizó la VII Cumbre Alianza del Pacífico en la ciudad de Cali, lo cual abre un espacio de análisis con respecto a la integración latinoamericana. En el informe nos proponemos estudiar la creación de esta alianza, la situación comercial de cada uno de los países, la adhesión de Costa Rica y el futuro de esta asociación como alternativas a otros bloques comerciales.
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Los cuatro países fundadores de la Alianza del Pacífico se reunieron en Colombia en busca de acordar los detalles para bajar las trabas arancelarias, que incluirán en una primera fase el 90% del comercio. Los mandatarios Juan Manuel Santos de Colombia, Ollanta Humala de Perú, Sebastián Piñera de Chile y Enrique Peña Nieto de México fijaron el 30 de junio como próxima fecha para definir el acuerdo y especificar la lista de productos que serán excluidos. La Cumbre fue un impulso para esta alianza que apunta a la integración regional en el área del comercio pero no excluye otros ámbitos como el turismo, aspectos diplomáticos e intercambio de información. La puerta se encuentra abierta a nuevos socios y el primero en acceder será Costa Rica, por impulso de su mandataria Laura Chinchilla. Los países observadores ya son 16, lo que convierte a esta alianza en un verdadero éxito tras un año de creación. 

Doce meses desde el comienzo

En junio de 2012 los presidentes de cuatro países latinoamericanos acordaron la creación de un bloque regional en la ciudad de Atacama, Chile. Estas naciones, que representan un tercio del Producto Bruto Interno (PBI) de América Latina, son los principales Estados hispanos con costas al Océano Pacífico. El objetivo principal de esta iniciativa es el aumento comercial y los contactos con la región de Asia Oriental. La alianza supone un mercado de 207 millones de consumidores y agrupa economías que han tenido un gran crecimiento en los últimos años, con una tasa mayor a los países del Mercosur. Chile, Colombia y México son de los países con economías más abiertas al exterior y caracterizados por haber firmado un Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos. La coalición no apunta a la confrontación ideológica y si bien apunta directamente al comercio, no deja afuera la lucha contra la pobreza. Hasta el momento se han celebrado siete cumbres, lo que denota el éxito de la iniciativa.

El ex presidente de Perú, Alan García, fue el promotor e ideólogo de la alianza en abril de 2011. El actual mandatario incaico, Ollanta Humala, heredó el proyecto de su antecesor y le dio impulso. La misma situación ocurre en México, ya que al momento de crearse la confederación el presidente era Felipe Calderón del Partido Acción Nacional. El presidente colombiano Santos invitó en aquel entonces a nuevos socios, ya que la agrupación se presentaba como compatible con otros procesos de integración latinoamericanos. Los primeros dos países observadores fueron Costa Rica y Panamá pero la lista se amplió e incluso varias naciones quieren lograr esa calidad, entre ellos Francia, Portugal, Honduras, Paraguay, Ecuador, El Salvador y República Dominicana.

La apertura como principal objetivo

Las metas de esta alianza pragmática crecen día a día con el principal objetivo de constituir un espacio libre de circulación de personas y bienes. Los países se propusieron ampliar la red de oficinas comerciales, compartiendo las de Casablanca y Estambul, y dándole coordinación a las estrategias de exportación agrupadas en las organizaciones PromPerú, ProChile, ProExport y ProMéxico. También se elaboraron campañas de promoción de turismo de forma conjunta. Los lanzamientos de becas para estudiantes, así como el visado único con validez para los cuatro países, brindándole oportunidad de incluir temas culturales, clave para todo proceso de integración. Promover mecanismos para intercambiar información fiscal, la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos, también constituyen elementos fundamentales. Un paso importante fue la formación de una unión de los mercados bursátiles de Chile, Colombia y Perú. Los valores que le dan contexto a esto radican en la vigencia del Estado de derecho, la separación de poderes, el libre comercio, el respeto a la propiedad privada y el fomento de la competencia. También aparece como clave el fomento de la inversión extranjera y la seguridad jurídica. Los principios apuntan a generar bienestar, a través del empleo y la calidad de vida.

La reunión que supuso el traspaso de la presidencia temporal de Piñera a Santos contó con la presencia de los mandatarios de España, Mariano Rajoy y el de Canadá, Stephen Harper. Además no faltaron a la cita delegaciones de Australia, Nueva Zelanda, Uruguay y Japón. La cumbre también sirvió como marco para la reunión de 400 empresarios. La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, acordó abrir conversaciones formales de adhesión. El país centroamericano firmará este año un Acuerdo de Libre Comercio con Colombia, ya que una condición para ingresar es tener convenios de estilo con todas las naciones que conforman la unión. La mandataria dejó en claro que los países deben dejar atrás las ideologías y las consignas para asumir temas pendientes en torno al desarrollo. Otto Pérez, mandatario de Guatemala, expresó su interés en ingresar formalmente. Para finales de este año también se prevé el ingreso de Panamá, a impulso del presidente Ricardo Martinelli. Ecuador mostró un acercamiento a pesar de formar parte del eje bolivariano creado por el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez.

Lineamientos consensuados

México busca expandir su agenda internacional más allá de los temas relacionados al narcotráfico. Peña Nieto recibirá al presidente de China, Xi Jinping, para acelerar las relaciones e intentar reducir el déficit comercial. Desde las últimas presidencias del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la década del noventa, continuadas por las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, México ha firmado decenas de acuerdos comerciales. La nación apunta por la iniciativa privada y el intercambio comercial para la generación de empleo. Chile, desde la dictadura de Augusto Pinochet, posee una apertura hacia el exterior, que fue continuada por los gobiernos izquierdistas de la Concertación para la Democracia. El partido derechista de Piñera seguramente pierda las próximas elecciones previstas para noviembre de este año. La posible victoria de Michelle Bachelet no cambiaría en nada la participación de Chile en la Alianza del Pacífico, porque la política comercial trasciende agrupaciones políticas. 

Ollanta Humala asumió la presidencia en julio de 2011 tras ganar los comicios en segunda vuelta. Al mandatario se lo veía como próximo a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), sin embargo se lo ve cómodo en la alianza, con su objetivo de mantener relaciones amistosas con todos los países. Las políticas neoliberales de Perú vienen desde la época de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García. Humala, si bien ha intentado darle una impronta social a su gobierno, ha continuado contra todos los pronósticos con las políticas de apertura en materia comercial. Colombia, inmerso en las negociaciones de paz con las FARC, no descuida la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Santos continúa la estrategia utilizada por los últimos gobiernos con respecto a la firma de Acuerdos de Libre Comercio y apertura económica. En una mezcla de recuperar dignidad y relevancia en los escenarios mundiales, Colombia, tercer país más poblado de Sudamérica, se ve muy beneficiado por esta alianza.


La mejor opción a futuro

La alianza busca dar pasos prácticos para cumplir objetivos sensatos y no vivir situaciones como las de otras organizaciones latinoamericanas. El Pacto Andino, creado en 1969 entre Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia, se encuentra fracturado por la negociación del acuerdo comercial con la Unión Europea. El Mercosur creado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, temporalmente suspendido, es el bloque más grande de Latinoamérica y este año concretó el ingreso de Venezuela. Sin embargo, las barreras de protección que se imponen entre los socios y las disputas internas frenan el dinamismo de la organización. Si bien Venezuela y Argentina son mercados atractivos para la Alianza del Pacífico, su modus operandi no coincide con las propuestas de libertad económica pautadas. Los integrantes de la nueva coalición afirman que no intentan ser una alternativa de otros procesos, pero la realidad es que buscan tomar distancia del ALBA y de la hegemonía continental de Brasil, representada en el Mercosur. 


La integración de América Latina y Asia genera expectativa. Esta alianza innovadora constituye una nueva unidad que permite un nexo entre Asia y el resto de las economías. China es el primer cliente del subcontinente y un gran consumidor de materias primas, hacia allí deben apuntar las naciones latinoamericanas. Es clave que los países que entren cumplan con los requisitos y objetivos para que no se desnaturalice la alianza ha medida que crece. Hay quienes ya denominan a Chile, Colombia, Perú y México como los tigres de Latinoamérica, haciendo un paralelismo con las naciones que lograron un gran crecimiento en Asia Oriental. Los cuatro países conforman un bloque que representa el 3.5 % del PBI mundial y la octava economía. El objetivo principal del éxito radica en neutralizar los sectores que se puedan ver desfavorecidos en cada uno de los Estados. No caben dudas que este es el momento de América Latina para cerrar las brechas de la desigualdad en cada uno de los países. Para superar este problema endémico, las estrategias de Alianza del Pacífico parecen ser las adecuadas.         

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