miércoles, 22 de mayo de 2013

Sin riesgos

Los conservadores iraníes censuraron dos fuertes candidaturas opositoras
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El Consejo de Guardianes de la Revolución de Irán brindó una lista de ocho candidatos para las elecciones presidenciales del 14 de junio. Fueron descalificados los aspirantes opuestos a la línea del Guía Supremo ayatolá Ali Jamenei. Por esta resolución no podrán presentarse el ex presidente reformista Ahbar Hashemi Rafsanyani ni Esfandiar Rahim Mashaei, delfín del saliente gobernante Mahmud Ahmadineyad, que esta imposibilitado de continuar en el cargo, ya que ejerció dos mandatos seguidos.
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Los candidatos aprobados para las elecciones son ocho, tres de ellos independientes y considerados reformistas moderados con poco apoyo. Los otros cinco son representantes firmes del sector conservador cercano a Jamenei, líder supremo que apunta a un candidato cercano al pueblo y que defienda los valores de la ley islámica. El Consejo, que supervisa la vida política del país y está integrado por doce clérigos chiítas de alto rango, tuvo que decidir sobre una lista de 686 aspirantes inscritos. En esta ocasión se aceptaron cuatro candidatos más que en las últimas elecciones. Dentro de los conservadores se destaca la figura de Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y principal negociador internacional en materia nuclear. El alcalde de Teherán, Gholam Ali Hadad Adel y el asesor del Guía Supremo y ex ministro de Exteriores, Ali Akbar Velayati son otros dos candidatos. Todos los aspirantes fuertes a la presidencia serán del entorno de los seguidores del ayatolá.

La censura de Rahim Mashaei, jefe de gabinete de Ahmadineyad, era probable. Este nacionalista conservador y liberal en cuestiones sociales, fue calificado como hereje por ser desviacionista del régimen islámico. El presidente actual desafiará el veto a su delfín y pedirá a Jamenei que rectifique la decisión, ya que es el único que puede revertir el mandato del Consejo. Mientras tanto pidió paciencia a los seguidores de Mashaei, que está enfrentado al círculo conservador y que fue vetado también en 2009 como vicepresidente. Tampoco podrá presentarse Rafsanyani, un veterano de 78 años que fue un pilar en la Revolución Islámica de 1979. El candidato censurado, que dirigió Irán de 1989 a 1997, declaró que no apelará la decisión. De esta manera el sector reformista de Ahmandineyad se ve marginado de la política nacional pero intentará mantener influencia en ámbito local, ya que el mismo día se celebran comicios municipales. En los últimos días se levantaron voces como el de la hija del ayatolá fallecido Ruhola Jomeini, que resaltó la importancia de la presencia de todas las tendencias para fortalecer la revolución.

Choque de fuerzas entre Jamenei y Ahmadineyad

El nuevo gobierno deberá enfrentar la difícil situación económica del país, complicada por las sanciones impuestas por Naciones Unidas en relación a temas nucleares. Teherán, que niega las acusaciones, recibió amenazas por parte de Estados Unidos e Israel, con respecto a una acción militar. El futuro presidente deberá tratar el apoyo a Bachar Al Asad en la crisis Siria y lidiar con posibles disturbios post electorales como los ocurridos en 2009, tras la reelección de Ahmadineyad. La denominada Marcha Verde fue la manifestación más férrea desde la revolución de 1979, cuando los ayatolaes tumbaron al régimen pro occidental del Sha Mohamed Reza Palevi. Tres años después del levantamiento popular de 2009, que derivó en asesinatos y detenciones, se celebraron elecciones legislativas que dieron la victoria al ala radical y de más rigor en temas religiosos. Los resultados les permitieron a los ultraconservadores copar el 75% del Parlamento. Desde ese momento se afianzaron en el poder a la espera de los comicios presidenciales de este año.  

Si bien los seguidores de Jamenei y los de Ahmadineyad están de acuerdo con el tema nuclear han chocado en varios aspectos, derivando en un Irán bicéfalo. La exclusión de Rafsanyani y Mahsaei supone una búsqueda de los conservadores de limitar a la oposición, con el riesgo de sufrir fuertes protestas de los sectores excluidos. Es por ello que en estas últimas semanas se incrementaron los obstáculos para el acceso a Internet, herramienta clave en 2009 y en los levantamientos de los países árabes. Además cerraron oficinas de medios de comunicación extranjeras. Los ultraconservadores, que también censuraron todas las aspiraciones de las mujeres en los comicios, buscan un presidente más dócil que Ahmadineyad y despejar el camino a favor de los candidatos de la línea religiosa más dura. Los comicios del próximo mes serán los más restringidos de la historia de la nación, con sólo un sector apto para ganarlos. Esta situación genera desilusión en una población que esperaba unas elecciones más abiertas. El presidente actual buscará hasta el final colocar en la carrera a su candidato Mashaei, para poder seguir con el proyecto conservador populista. Habrá que ver si Jamenei se arriesgará a aceptarlo o dejará todo servido para Said Jalili, su más fuerte candidato.

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