lunes, 27 de mayo de 2013

Amenaza de seguridad interna en India

Al conflicto en Cachemira se suma la rebelión naxalita
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Un grupo maoísta asesinó a importantes figuras regionales del Partido del Congreso, agrupación que gobierna actualmente en India. El ataque, de gran significado político, dejó como saldo 27 muertos y alrededor de 30 heridos. Los rebeldes asaltaron una caravana de 40 vehículos que volvía de un mitin en la ciudad de Jagdalpur, al centro este del país. Este es el mayor ataque de la organización naxalita en los últimos tiempos.
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El domingo los insurgentes obstaculizaron la carretera con árboles caídos y detonaron una mina para atacar al convoy. Un grupo de 200 maoístas dispararon contra los automóviles que habían ignorado las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades, ya que transitaban por una zona de elevado peligro. En el hecho falleció Nand Kumar Patel, jefe regional (Estado de Chhattisgarh) del principal partido de la India. También fue asesinado Mahendra Karma, fundador de Salwa Judum (“Marcha por la Paz”), formación política antimaoísta. Este movimiento paramilitar, creado en 2005, fue declarado ilegal por las autoridades. Uno de los heridos es el ex ministro estatal Vidya Charan Shukia, el cual se encuentra en estado crítico. El primer ministro Manmohan Singh y la presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, se mostraron sorprendidos y angustiados por el hecho. El principal partido de oposición, Bharatiya Janata, que gobierna el Estado en donde ocurrió el asalto, condenó el ataque.

La integrantes de la organización maoísta, conocidos como naxalitas por protagonizar una revuelta en la aldea bengalí de Naxalbari en 1967, luchan por la revolución agraria. La guerrilla de corte comunista se encuentra activa en 12 regiones del centro y este de India, una zona rica en recursos. El eje principal de la organización se encuentra en el área de Bastar. Los ataques de los maoístas se han reducido en los últimos años tras la operación Caza Verde, lanzada por el gobierno en setiembre de 2009. Esta estrategia fue objeto de críticas por la expulsión de poblaciones tribales. El último gran golpe de los rebeldes había sido en 2010, cuando asesinaron a 70 miembros de las fuerzas de seguridad. El histórico Partido del Congreso, que tuvo como líderes a Jawaharlal Nehru e Indira Gandhi, gobierna desde 2004 cuando derrotó en las elecciones al partido nacionalista Bharatiya. Actualmente debe enfrentar dos situaciones problemáticas en lo que refiere a seguridad interna: la organización maoísta y la cuestión de Cachemira.

Crecimiento en ciertas provincias

India enfrenta una insurrección armada en la región de Cachemira desde 1989, cuando jóvenes locales con apoyo de combatientes islámicos pakistaníes, intentaron recuperar el poder. El territorio es reclamado por la República Islámica de Pakistán. Las diferencias entre los países vecinos se remontan a la época de la independencia. Entre la república laica de India y Pakistán se produjeron tres guerras luego de la división del imperio británico. Ambos países poseen la bomba nuclear y se proveen fuertemente de armas, Pakistán le compra a China e India a Rusia y Estados Unidos. Si bien la violencia en Cachemira disminuyó en los últimos meses, Nueva Delhi acusa a Islamabad de apoyar el terrorismo, mientras que Pakistán aduce que se trata de una lucha de liberación nacional. La semana anterior tres soldados hindúes murieron en una emboscada en el distrito de Pulwama, región de Cachemira administrada por India. El ataque se produjo luego que las tropas lanzaran una operación contra los insurgentes.

El gobierno de Manmohan Singh declara a los rebeldes maoístas como la principal amenaza para la seguridad interna de India. Según los especialistas esta guerra causó más muertes que el conflicto internacionalmente conocido de Cachemira. Ambos problemas adquirieron un peso importante en la década del noventa cuando los nacionalistas estuvieron en el poder. Durante esa etapa se agravaron los conflictos entre hindúes y musulmanes. El Partido del Congreso lleva casi 10 años en el poder, intentando neutralizar los ataques tanto de islamistas como de maoístas. El golpe del domingo fue calificado como una agresión a la democracia. El desarrollo, logrado en ciertas áreas del país, no se consolidó en todos los distritos de India, lo cual genera altas tensiones entre agricultores pobres e industriales. Las grandes tasas de crecimiento anual registradas convierten a India en un nuevo actor de la economía mundial. Sin embargo deberá prestar mucha atención a las disputas internas, como la revolución naxalita, para poder consolidar su democracia. 

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