domingo, 10 de marzo de 2013

Informe Semanal: China renueva su gobierno

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En el siguiente artículo investigamos el cambio de poder en la República Popular de China. Analizaremos la reunión anual del Partido Comunista (PC), el legado del gobierno saliente, los desafíos para el nuevo presidente Xi Jinping y los principales temas internacionales que conciernen a este país de 1.300 millones de habitantes. El trabajo tendrá una referencia histórica y conclusiones sobre el futuro de la segunda economía del mundo.
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El martes 5 de marzo se inauguró la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular en China. El mayor organismo del país, que reúne 3.000 delegados en la capital Beijing, deliberará hasta el 17 del mismo mes para realizar la transición del gobierno. Este órgano que aprueba políticas decididas previamente por los dirigentes del partido, presentará al mundo los nuevos gobernantes para los próximos diez años. La gran reestructuración del gobierno pero sin reformas políticas profundas es lo que se espera de la reunión en el Gran Salón del Pueblo. El Partido Comunista, el cual sigue en pie a través de la censura y la represión, se enfrenta a la presión creciente de darle a la gente lo que quiere. Hoy en día la clase media china provista de alimentos, salud y oportunidades laborales acepta el sistema político imperante. A pesar de esto los mandatarios tratan de oxigenar la vida política sin poner en riesgo la hegemonía partidaria; ellos tienen claro que las reformas políticas se hacen inevitables.  

Un legado de diez años

El presidente saliente Hu Jintao llegó al poder en 2002 acompañado del primer ministro Wen Jiabao. Estos gobernantes impusieron el lema de ascenso y desarrollo pacífico para China. Los analistas hablan de un balance modesto de los logros e incluso algunos se animan a hablar de una década pérdida para la potencia asiática. Sin embargo es claro que Hu sentó las bases de un cambio que podrá confirmar la emergencia de China en el gran tablero mundial. En este momento se ubica como la segunda economía del mundo con un modelo basado en la inversión y las exportaciones; cabe destacar que al asumir, el país se ubicaba en la sexta posición. Actualmente las ventas al exterior se encuentran golpeadas por la demanda debido a la crisis mundial. A pesar de los aspectos económicos, el modelo chino mantiene el riesgo de desmoronarse sino combate la corrupción imperante, el último caso conocido fue el de Bo Xilai, secretario del Partido Comunista en Chongoing.

Son muchos los aspectos que se pueden analizar en un gobierno de diez años. El trabajo de Wen Jiabao en lo económico posicionó a China como una potencia global emergente y le permitió una enorme fortuna al país, riqueza que no fue bien distribuida. Imponer en la agenda aspectos sociales y un desarrollo orientado hacia lo ambiental queda como un legado de Hu Jintao. El analista Xulio Ríos reconoce que el mandatario le puso fin a la modestia china. En materia de conflictos el presidente mostró su mano dura y su autoritarismo en el Tíbet en 2008, en Xinjiang un año después y lanzó el primer portaaviones al mar, proyectando el poder militar más allá de las fronteras. La poca tolerancia con la oposición política así como la opresión a los medios afirman el control impuesto desde hace décadas por el Partido Comunista.

Xi Jinping toma el poder

Electos en el 18° Congreso del Partido Comunista, la nueva generación de gobernantes asumió en noviembre la Secretaría del PC. El futuro líder Xi Jinping es un ingeniero químico e hijo de un famoso general revolucionario. Forma parte de la generación de príncipes al haber sido sus antepasados dirigentes de China. El nuevo mandatario trabajó en el Ministerio de Defensa y ha tenido diversos contactos con el ejército. Junto a su primer ministro, Li Keqiang, gobernarán hasta 2023. En China, el presidente se ocupa de los aspectos que conciernen a la dirigencia del partido, la diplomacia y el establecimiento de las bases de las políticas estructurales. Mientras que el jefe de gobierno se centra en los temas económicos. En este período de gobierno la potencia asiática tendrá el reto de abrir el espectro hacia nuevas ideas que permitan darle legitimidad a la política y brindar un mayor grado de participación.

Los desafíos del gobierno se centrarán en el combate a la corrupción, la contaminación y el retroceso económico. La economía es la mayor preocupación ya que deberán expandir el consumo doméstico, mejorar la calidad de vida, corregir el precario sistema de seguridad social y reducir la brecha entre ricos y pobres. El trabajo de Li Keqiang será llevar al país a la meta de crecimiento propuesta de 7,5 %. Para el nuevo presupuesto se prevé el crecimiento de las Fuerzas Armadas con un aumento de diez puntos porcentuales, ubicándose como el segundo país que más gasta en Defensa, solo por debajo de Estados Unidos. El incremento en el rubro apunta, según dicen, a la condición de vida de oficiales y soldados.  El investigador Mike Chinoy ve en Xi Jinping un producto desconocido que ascendió a la cima del sistema siendo muy cuidadoso de revelar sus ideas políticas. En este sentido se prevé que en la China del nuevo siglo el gobierno sea una dirección colegiada (nueve integrantes permanentes del Comité Permanente del Politburó) tutelada por Xi.

Principales desafíos de política exterior

Por la magnitud de China, los hechos que ocurren en dicha nación tienen repercusión a nivel global. Durante años el gigante asiático se centró en una diplomacia económica en busca de negocios, hoy en día la situación es distinta ya que al ser una figura primordial en el mundo deberá tomar posición en distintos conflictos. En un principio hay anuncios de una política exterior que apostará por una mayor apertura. La búsqueda de reafirmar sus influencias económicas les traerá más de un dolor de cabeza a los dirigentes chinos. La lucha por el liderazgo del área Asia-Pacífico entre China y Estados Unidos será uno de los temas más importantes para la política exterior de Xi Jinping. Obama intenta evitar el ascenso de la potencia regional uniéndose con algunos vecinos de la zona, siendo Japón su principal aliado.

Las disputas territoriales marítimas con Japón por las islas Diaoyu-Senkaku, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunei son problemas recientes que amenazan con quitarle estabilidad a la zona. La relación con el gobierno de Corea del Norte supone una definición clara para la toma de decisiones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, principalmente en lo que refiere al programa nuclear de Pyongyang y las sanciones impuestas. La relación con la región autónoma del Tibet confiere otro desafío para mostrar una imagen no conflictiva al exterior. Las reuniones previstas del futuro mandatario son con los líderes de los países integrantes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, Sudáfrica) y con dos países africanos donde China ha invertido mucho dinero: Tanzania y la República Democrática del Congo. Xi Jinping afirmó que su nación seguirá apoyando el desarrollo de África ya que es un socio estratégico. Además buscarán la multi polaridad a través de los distintos grupos que reúnen potencias emergentes.  

Una nueva sucesión de poder

Esta será la quinta generación de líderes que asume en el país más poblado del planeta. En 1949 Mao Zedong anunció la proclamación de la República Democrática Popular China tras la victoria de los comunistas en la guerra civil. En la primera etapa, el dictador comenzó con nacionalizaciones, industrialización forzada, colectivismo y sometimiento ideológico. Estableció relaciones con Rusia, chocó con Estados Unidos y apoyó a su vecino Corea del Norte. El posterior fracaso del gran salto adelante, la crisis económica que derivó en hambrunas y los problemas con la Unión Soviética sepultaron las políticas de la primera generación. En la década del setenta, el ingreso a las Naciones Unidas junto al encuentro con el presidente norteamericano Nixon devolvió a China a la comunidad internacional. Mao condujo a la nación hasta su muerte en 1976.

La personalidad clave en la etapa posterior a Mao es Deng Xiaopng, quien impuso un programa de modernización para el país. Las principales reformas apuntaron a lo económico centrándose en el estímulo, desarrollo del sector privado, inversiones extranjeras y zonas de desarrollo abierto al capitalismo. Se impuso el lema de dos sistemas económicos y un solo régimen político. El crecimiento económico no fue suficiente para la población que se manifestó reclamando libertades democráticas, la más conocida fue la protesta en la Plaza Tiananmen. La intervención violenta del ejército y la repercusión posterior derivó en la sustitución de las autoridades del partido, asumiendo Jiang Zemin como presidente en 1992. La cooperación internacional, el equilibrio en las reformas, la apertura al mundo y el plan para eliminar la pobreza son algunas características del mandato de Jiang. En 2003 asumió Hu Jintao como la cuarta generación de líderes comunistas para dirigir al país durante diez años. A partir de fines de marzo China tendrá nuevos gobernantes que deberán seguir escribiendo la historia. Seguramente cuando dejen el poder, su nación será la economía más grande del planeta.    

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