El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán ordenó dejar las armas
y apostar a la negociación
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La guerrilla kurda declaró este jueves
el alto al fuego con Turquía. Su
líder Abdalá Ocalan, encarcelado
desde 1999, anunció que es tiempo para la paz. El comunicado histórico fue
leído ante más de 200.000 personas que se reunieron en Diyarbakir, principal ciudad kurda de Turquía. La declaración para
dejar las armas antes de agosto y el pedido a los militantes que se retiren del
país, es un primer paso para poner fin a una guerra que lleva casi 30 años con un saldo de 45.000 muertos.
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Los políticos del Partido
para la Paz y la Democracia (PPD), única agrupación prokurda legal en
Turquía, dieron inicio al ambiente festivo en Diyarbakir. El comunicado leído
en kurdo y turco se dio a conocer el día de la celebración de Noruz, año nuevo persa, una festividad
celebrada por esta comunidad. La declaración de alto al fuego y la retirada de
los militantes hacia el norte de Irak buscan satisfacer los pedidos del primer
ministro turco Recep Tayip Erdogan.
Abdalá Ocalan, líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK),
recibió en las últimas semanas la visita de diputados del PPD en la cárcel de
la isla de Imrali para conversar sobre las negociaciones con Turquía. Ocalan
fue arrestado en Kenia hace catorce años y condenado a cadena perpetua. Los
contactos para lograr un acuerdo entre el jefe de inteligencia turca y el
mandamás de la guerrilla comenzaron a finales del 2012. Si bien el asesinato de
tres miembros del PKK en París enrareció las conversaciones, el clima de
optimismo con respecto al proceso de paz se mantuvo.
En enero de 2013 comenzaron los contactos directos entre el
gobierno de Turquía y el fundador del PKK para finalizar el conflicto que
comenzó en 1984, causando una
mayoría de muertes kurdas y de civiles. Los principales objetivos de Turquía son
la retirada de los guerrilleros de su territorio y el desarme de la
organización que consideran, al igual que la Unión Europea y Estados Unidos, de carácter terrorista. A cambio
Abdulá Ocalan exige mayor autonomía para la región kurda del sudeste y el
reconocimiento de una serie de derechos sociales y políticos para su pueblo. Las
señales que posibilitaron el alto al fuego vinieron de las dos partes. En enero
el parlamento turco aprobó una ley que brinda el derecho a las personas a
defenderse en tribunales usando el idioma materno, permitiéndole a los kurdos
utilizar el suyo y satisfaciendo una de las demandas del PKK. En respuesta a
ese gesto se liberaron a ocho rehenes turcos que llevaban más de un año y medio
retenidos en el norte de Irak, allí
donde la guerrilla tiene su cuartel general en el enclave montañoso de Qandil.
Una lucha que se remonta al final de la Primera Guerra Mundial
La comunidad kurda en el mundo asciende a 40 millones de personas distribuidas principalmente en cuatro
estados: Turquía (donde se establecen
casi la mitad), Siria, Irak e Irán. Es fuerte la presencia en Armenia y Azerbaiyán así como en
Europa, donde se destaca la población en Alemania
(700.000) y Francia (150.000). En
Turquía, donde han sido tradicionalmente discriminados, representan el 20% de
la población, siendo la principal minoría de la nación. El nacionalismo kurdo
se originó con el desmembramiento del Imperio
Otomano tras la Primera Guerra
Mundial. En 1923 el Tratado de
Lausana, que reconoció a Turquía como país soberano, no tomó en cuenta un
Kurdistán independiente. La insurrección que duró décadas tuvo como punto de
inflexión la creación del PKK de ideología marxista-leninista
en 1978, que aspiraba a la independencia del pueblo kurdo. El proceso de Oslo en 2009 que buscó una
salida negociada al conflicto tuvo un final abrupto con cientos de arrestados
en 2011 y huelgas de hambre por parte de prisioneros kurdos durante 2012.
El objetivo
principal de las negociaciones es superar la desconfianza entre turcos y
kurdos. Para ello el alto al fuego y una posible reforma legislativa que ayude
a integrar a la minoría kurda permitiéndoles participar en política son
fundamentales. Erdogan aprovecha esta oportunidad en medio de su segundo
mandato, no asumiendo riesgos políticos, sintiéndose fuerte tras haber logrado
su reelección en 2011 y muy lejano de los futuros comicios de 2014/15. El apoyo
público de la población turca es clave ya que el nacionalismo es muy fuerte y
se detesta la figura de Ocalan. A su vez la decisión de pactar con los kurdos
así como la cesión de autonomía es un paso importante y condición previa para
la adhesión de Turquía a la Unión Europea. Por el otro lado los kurdos dejan
las armas en un momento importante en el que han logrado administrar sus
regiones tanto en Siria como en Irak. La estrategia kurda del terror y las
acciones militares del ejército turco solo condujeron a una cruda guerra. A
partir de hoy se inicia un nuevo capítulo en la relación entre ambos, apuntando
hacia la política y la negociación, en definitiva hacia la paz.
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