miércoles, 8 de junio de 2011

El presidente de Yemen se encuentra en estado grave

El ataque al palacio presidencial y el control de la ciudad Ta´izz por parte de opositores armados presagian el final de Ali Abdula Saleh.


El presidente de Yemen, Ali Abdula Saleh, se encuentra luchando por su vida en un hospital de las Fuerzas Armadas en Arabia Saudita, luego de dos intervenciones quirúrgicas. Las agencias internacionales afirman que el mandatario posee quemaduras en 40% de su cuerpo y una perforación en un pulmón. La razón de dichas heridas es el ataque perpetrado la semana pasada contra el palacio presidencial en la capital Saná. Si bien no están confirmados los detalles del asalto, la teoría que cobra más fuerza es la existencia de una bomba en la mezquita en la cual estaban rezando altos cargos del gobierno yemení. A esta situación se le suma el control de la ciudad de Ta´izz que lograron opositores armados luego de un enfrentamiento con las fuerzas fieles al presidente. 

Ali Abdula Saleh alcanza la presidencia de la República Árabe de Yemen (norte) en 1978, poniéndole fin a dos décadas de guerra civil. Tras el desplome de la Unión Soviética en el año 90, el mandatario fue el principal encargado de la unificación del país, acordando con dirigentes de la República Democrática Popular del Yemen (sur) – que se quedaba sin el apoyo comunista - el reparto de poder y la celebración de elecciones. Los resultados negativos para los dirigentes del sur provocaron una guerra civil en 1994 que finalizó con la hegemonía de Saleh en todo el territorio. A través del clientelismo y la manipulación, el gobernante se convirtió en el segundo en el mundo con más años en el poder, detrás de Muamar Gadafi.

Las protestas contra el gobierno de Yemen se producen en el contexto de la primavera árabe que se inicia a finales del 2010 en Túnez y posteriormente en Egipto. A fines de enero, miles de manifestantes salieron a las calles de Saná para oponerse a la reelección y la sucesión del presidente actual. Esta convocatoria de los grupos de oposición obligó a Saleh a ceder y expresar su intención de renunciar en 2013 sin transferir el cargo hacia su hijo. En este sentido, en abril se elaboró un plan por parte del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, Omán y Arabia Saudita) para el traspaso pacífico del poder. Sin embargo el presidente se ha negado a dimitir, por lo cual ha tenido que lidiar con diferentes protestas y enfrentamientos entre su guardia republicana y distintos milicianos. La Organización de las Naciones Unidas afirmaba que a finales del mes de mayo cincuenta manifestantes perdían la vida en las represiones del gobierno en la plaza de la libertad de Ta´izz.

Con Ali Abdula Saleh en estado grave, Arabia Saudita, Estados Unidos y la Unión Europea trabajan para buscar una salida al conflicto y una transición pacífica. Mientras la población se manifiesta para expresar su rechazo al regreso del presidente, la comunidad internacional intenta lograr un acuerdo entre las distintas fuerzas de oposición al mandatario. Esta situación permitirá alcanzar estabilidad en un país que posee células terroristas de Al Qaeda. El final de Saleh parece indiscutible, la cuestión es saber cuál será el rumbo de este país sumergido en la pobreza.

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