viernes, 3 de junio de 2011

El primer ministro de Japón supera una moción de censura

El líder del Partido Democrático Japonés (PDJ), Naoto Kan, permanecerá en el cargo pero aceptó dimitir después de encaminar al país en esta crisis.

La moción de censura, que supone la pérdida de respaldo legislativo al primer ministro, presentada en la Cámara Baja del parlamento japonés, fue rechazada por 293 diputados en 480. Con este resultado, Naoto Kan, que no ha cumplido un año en el gobierno, se mantendrá en el cargo luego de haber estado fuertemente comprometida su continuidad. En lo previo a la votación, ciertos sectores del oficialismo habían declarado su apoyo a la moción, sin embargo la opinión contraria del ex gobernante Yukio Hatoyama fue fundamental para que la mayoría del PDJ vote en contra de su propio líder. No obstante, el primer ministro debió aceptar que una vez superada la crisis actual dejará su cargo, cediendo espacio a nuevos sectores del partido.

El 11 de marzo de este año se produjo en Japón la mayor tragedia desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El peor terremoto en la historia de aquel país, de magnitud 8.9 en la escala Richter y el posterior tsunami, dejó más de 25.000 muertos y miles de desaparecidos. Las diversas réplicas afectaron la central nuclear de Fukushima que mostró niveles de radioactividad mayores a los permitidos, insertando al país en una crisis nuclear. Esta situación volvió a golpear la economía japonesa que mostraba signos de recuperación a comienzos de este año.

Naoto Kan asumió el 8 de junio de 2011 dando prioridad a la economía y a sanear las finanzas. Su popularidad no marcaba grandes números de satisfacción debido a un escándalo de donaciones ilegales. El golpe que sufrió Japón en marzo produjo un cambio de planes, ya que la administración debió concentrarse en la reconstrucción del país. Mantener la unidad nacional y llevar adelante una dirección seria, le permitía al gobierno evitar que la oposición, el histórico Partido Liberal Demócrata (PLD), regrese al poder. Con una desaprobación que ronda el 60%, el primer ministro, que debe lidiar con un partido fraccionado, deberá asumir grandes desafíos y responder a temáticas de diversa índole: cuestión humanitaria, crisis nuclear, recuperación económica y deuda pública. Incluso Kan tendrá que asumir culpas y defenderse ante los ataques de la oposición, que lo acusa de haber tenido una conducción lenta y con falta de liderazgo.

La tercera economía del mundo ha tenido cinco primeros ministros en la misma cantidad de años, muestra clara de la inestabilidad política en la cual se encuentra Japón. Las históricas elecciones de agosto de 2009 colocaron al PDJ en el poder (luego de 54 años de gobiernos del PLD), sin embargo no se vislumbra una continuidad de dicho partido. No obstante, ha sido una decisión correcta la de mantener a Kan al frente del gobierno, ya que considerando el momento que vive el país no es tiempo de ir a elecciones anticipadas. Los sectores renovadores del PDJ y la oposición ya se preparan para nuevos comicios, que si bien están previstos para el 2013, se producirán cuando el primer ministro cumpla su promesa de dimitir.

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