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La crisis económica
de 2008 derivó en el ascenso de partidos antieuropeos, hostiles a la
inmigración, de doctrina xenófoba y que impulsan un nacionalismo radical con un
discurso populista. Se pueden identificar varios grupos de países según la
presencia de este tipo de agrupaciones. El crecimiento es fuerte pero con
matices.
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La extrema derecha en
Europa se observa en muchas corrientes, que van desde neonazis, neofascistas,
conservadores agrarios, islamófobos y cristianos conservadores, entre otros. Existen
agrupaciones opuestas a la democracia, principalmente antisemitas y
antigitanos, que son las herederas de la extrema derecha tradicional. Ejemplo
de ellas son el Amanecer Dorado de Grecia o el British National Party del Reino
Unido. Por otra parte se observa una nueva derecha radical que surge en el
norte del continente, de corte xenófoba, anti Estado. Estos grupos son críticos
del Islam y poseen un discurso populista. Los Verdaderos Finlandeses y Liga
Norte de Italia son representativas de estas agrupaciones. Otras poseen
características de las dos anteriores, ya que buscan gobernar dentro de la
democracia pero con ideas antisistema. Por último también se destaca el
crecimiento en Europa Oriental, principalmente en Hungría, Rumania, Serbia,
Croacia y Bulgaria, en donde se observan congregaciones relacionadas con el
nacionalismo.
Panorama desigual en
los grandes países
En las principales
naciones de Europa Occidental se pueden observar dos tipos de situaciones. En
los casos de Francia e Italia, agrupaciones de extrema derecha si logran
representación parlamentaria, ya sea representación propia o pactando con
sectores de centro derecha para lograr participación. En Alemania y España los
grupos de extrema derecha no han logrado representación en el Poder Legislativo.
Son absorbidos por partidos políticos de derecha, que poseen aspectos de centro
y tintes extremistas en algunos casos.
En Francia, el partido
Frente Nacional de la familia Le Pen es la tercera fuerza política del país. En
2007, bajo el liderazgo de Jean Marie, alcanzó el 10% de los votos. Cinco años
después, su hija Marine, obtuvo un crecimiento de ocho puntos porcentuales. La
coalición de Le Pen es un ejemplo al que aspiran agrupaciones de extrema derecha.
En Italia, la Liga Norte no es tan poderosa. Consiguió un 8% de los votos y es
el aliado xenófobo del Pueblo de la Libertad, sector derechista de Silvio
Berlusconi.
En Alemania gobiernan
los demócratas cristianos de Angela Merkel, de ideología liberal derechista.
Los extremistas no tienen representación en el Bundestag. El partido Nacional
demócrata obtuvo un 1.5% en los últimos comicios y no consiguió llegar al Poder
Legislativo. Sin embargo esta agrupación ocupa escaños en diversos parlamentos
regionales. Situación similar es la de España, donde el voto extremista lo
absorbe el gobernante Partido Popular de Mariano Rajoy. España 2000 y
Plataforma por Cataluña no lograron representación parlamentaria en las últimas
elecciones.
La extrema derecha al
Norte
En estas naciones
caracterizadas por el Estado de bienestar y con la presencia de la izquierda en
el poder durante muchos años, la extrema derecha alcanza una gran participación
en los Parlamentos. Se destacan países en pleno crecimiento como Finlandia,
Noruega y Suecia tiene un marcado ascenso. En el caso de Dinamarca, en los
últimos comicios ha tenido un ligero retroceso.
En Finlandia la
agrupación Verdaderos Finlandeses ha tenido un crecimiento de un 15% con
respecto a las últimas elecciones. Actualmente posee 39 de los 200 escaños y es
liderada por Timo Soini. En Suecia, los Demócratas Suecos ocupan el sexto lugar
como fuerza política en el Parlamento, pero han tenido un crecimiento de 3% con
respecto a las elecciones de 2006. En los últimos comicios consiguieron por
primera vez obtener 20 parlamentarios. En Noruega, el Partido del Progreso es
la segunda fuerza con 41 de los 169 asientos. Obtuvo un 23% en los comicios de
2009 y un leve crecimiento con respecto a la anterior elección.
En Dinamarca, el
Partido Popular Danés obtuvo 12% de los votos en 2011, perdiendo un punto y
medio porcentual con respecto a los comicios pasados. Actualmente es la tercera
fuerza del país con 22 escaños de 175, por detrás de los socialdemócratas y los
liberales.
Fuerte presencia en
los pequeños parlamentos
En el resto de los
países pequeños de Europa se encuentran situaciones disímiles. En Suiza, Grecia
y Austria, los grupos extremistas de derecha crecen, mientras que tras haber
tenido un poder importante en Bélgica y Holanda perdieron adeptos en los
últimos comicios.
En Suiza el
ultraderechista Partido del Pueblo de Toni Brunner es el más votado con 26%. Sin
embargo no forma parte de la coalición gobernante. En Grecia, Amanecer Dorado
es la quinta fuerza política, tras lograr 18 escaños de los 300. Si bien perdió
asientos tiene gran fuerza, un 22% de los griegos simpatiza con el líder
Nikolaos Michaloliakos. En Austria, el Partido de la Libertad es la tercera
fuerza con 34 de los 183 diputados, con un crecimiento de un 6%, mientras que
la Unión del futuro, otro partido de extrema derecha, alcanzó el mismo
crecimiento, logrando 21 escaños.
En el 2010, Vlaams
Belang (Interés Flamenco) obtuvo un 7% de los votos en las elecciones de
Bélgica, que le permitieron obtener 12 de 150 escaños. No obstante tuvo una caída
de cuatro puntos porcentuales con respecto a la última elección. En Holanda el
Partido de la Libertad fue votado por un 10% y es la tercera fuerza política pero
viene en caída, ya que perdió nueve diputados. Cabe destacar que tiempo atrás
su líder Geert Wilders forzó a dimitir al primer ministro Mark Rutte.
La situación de
Portugal es parecida a la de estas naciones, ya que el Partido Nacional
Renovador no posee representación. Tras años de dictadura derechista, esta
ideología no tiene mucha cabida en la población. En los últimos comicios obtuvo
tan solo un 0.3%.
Conclusiones
La crisis económica en Europa derivó en la
presencia de grupos populistas que busca captar adeptos con un discurso que
ataca a las minorías, principalmente a los extranjeros. De esta forma vuelven a
tomar protagonismo las agrupaciones radicales de derecha que poseen aspectos
fascistas y nazistas. Sin embargo, a diferencia de décadas atrás, hoy apuntan a
los musulmanes que han llegado a territorio europeo.
En cada país la situación de estas
agrupaciones es distinta. Si bien en algunas naciones ha estado muy cerca de
gobernar, aún no lo hacen en ninguna y será difícil que ello ocurra,
principalmente porque poseen un techo electoral. En épocas de crisis, los
votantes se alejan de los partidos tradicionales y eligen partidos de protesta.
Por ende la influencia en la política crece. La presencia de la extrema derecha
en los parlamentos europeos ya es común desde los años noventa. Al ser un voto
de protesta, se manifiesta y adquiere fuerza en momentos en que la crisis pega
fuerte en el continente.
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