lunes, 8 de julio de 2013

Un tirano en tiempos modernos

En este mes, la comunidad internacional vuelca su atención hacia Zimbabue. Un importante grupo de países de África austral, liderados por Sudáfrica, solicitaron al presidente Robert Mugabe el aplazamiento de las elecciones para preparar unos comicios más justos y libres. El dictador se opuso e incluso amenazó con retirarse de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC). No tiene alternativa. Si deja el poder que ejerce desde hace 33 años podría ser juzgado por los crímenes cometidos. Con 89 años continuará como presidente y seguramente morirá dirigiendo al país.
---
Mugabe busca renovar su mandato en lo comicios que organizó para el 31 de julio. Con el aparato gubernamental a su favor seguramente logrará continuar en el poder, el cual ejerce desde hace 33 años. Su rival histórico, Morgan Tsvangirai, cuestiona la fecha de las elecciones ya que no fue consultado, violando el acuerdo de 2008. Tsvangirai se retiró de los comicios de aquel año por la violencia contra sus partidarios pero tras un acuerdo nacional, fue nombrado Primer Ministro.

En una cumbre extraordinaria celebrada en Maputo, Mozambique, la Comunidad de Desarrollo de África Austral solicitó el aplazamiento de las elecciones. Esta organización, integrada por 15 países y donde se destaca la influencia de Sudáfrica, aboga por cambios y reformas en Zimbabue. El apoyo de la Comunidad supone un gran triunfo diplomático de Tsvangirai, quien lidera el Movimiento por el Cambio Democrático. Mugabe por su parte rechazó una posible interferencia del gobierno sudafricano de Jacob Zuma.

Mugabe gobierna al país de forma autoritaria desde 1987 a través de su partido Unión Nacional Africana de Zimbabue – Frente Patriótica. Caracterizado por el lujo y el despilfarro, el gobierno vivió una decadencia económica en los noventa, que provocó una fuga masiva de habitantes hacia la vecina Sudáfrica. Recién en 2009 compartió de cierta manera el poder tras ceder a la oposición el cargo de primer ministro, lo que provocó un estado de tensión desde hace cuatro años.

El problema típico y la solución más violenta

La antigua Rodesia logró la independencia del Reino Unido en los ochenta. Tras once años de prisión, primero tomando las armas y luego apelando a la negociación, Mugabe liberó a su país del poder colonial. Sin embargo los problemas de fondo nunca fueron solucionados. El 1% de la población de raza blanca era dueño del 70% de la tierra cultivable. En vez de apelar a una reforma agraria, Mugabe realizó una política agresiva de desalojo de los granjeros blancos, a través de expropiaciones, para brindarle tierras a sus seguidores cercanos.

Zimbabue es una nación marcada por la violencia política desde hace años. Mugabe se encargó de acallar a las tribus rivales y la oposición política, la cual le exige reformas y garantías tanto para los medios de comunicación como para las fuerzas de seguridad. La tortura, el asesinato y la limpieza étnica son característicos del régimen de Mugabe. Incluso su ejército participó en la guerra del Congo (1998-2008), por solicitud de la nación vecina. En el campo de batalla sus soldados se encargaron de expropiar diamantes para su beneficio.

Zimbabue rechazó en abril la financiación de las Naciones Unidas para las elecciones. De esta manera evitó las condiciones que hubiesen sido impuestas, las cuales incluía una misión que reunía grupos de la sociedad civil. En su pasaje por Sudáfrica el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó el acoso a los ciudadanos de Zimbabue y apeló a la celebración de unos comicios libres y justas. Las Naciones Unidas han reducido en el último tiempo las sanciones impuestas a este país que sufrió en 2008 una hiperinflación.


Mugabe es un tirano corrupto de los tantos que existieron y existen en el continente africano. Traicionó los ideales por los cuales accedió al poder, cuando liberó al país del antiguo poder colonial. Al igual que otros personajes de la historia intentará continuar en el poder hasta su muerte, debido a que perder la presidencia le implicaría ser juzgado por los crímenes cometidos. Ciertos trascendidos aseguraban que el mandatario se encontraba enfermo de cáncer y que su salud comenzaba a deteriorarse. Por más que su aparato gubernamental tenga todo armado para su reelección el 31 de julio, Zimbabue no demorará en desprenderse de Mugabe e iniciar una nueva etapa, en la que deberá atacar muchos problemas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario