El actual presidente de la República de Armenia, Serzh Sargsyan, logró la
victoria con el 58% de los votos.
El 18 de febrero se realizaron elecciones en
la ex república soviética con un resultado predecible. El candidato
oficialista, Sargsyan, que gobierna desde 2008, triunfó sin la necesidad de una
segunda vuelta. Alcanzó un 58% de los votos y superó por 22 puntos porcentuales
al segundo aspirante, Rafi Hovanessian, el cual denunció un fraude electoral.
Los comicios que tuvieron una participación del 60% de los habilitados,
estuvieron marcados por el intento de asesinato de un candidato y la huelga de
hambre de otro.
Serzh Sargsyan accedió al poder en el 2008
tras unas elecciones conflictivas que dejaron como saldo diez personas muertas.
La Constitución le permitía al presidente presentarse a la reelección para
continuar adelante con su plan de gobierno. La victoria abultada era esperada,
a pesar de esto, el principal candidato opositor Rafi Hovanessian acusó al
gobierno de intimidación, votos múltiples y la compra de sufragios. Cabe
destacar que ninguna figura de la oposición con peso político quiso presentarse
a la elección, dejando el camino libre para Sargsyan.
En los comicios, a los cuales fueron
convocados 2.5 millones de personas, se hicieron presentes muchos observadores
internacionales, entre ellos los representantes de la Organización para la
Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Según el informe preliminar que
brindo la misión, las elecciones carecieron de “autentica competencia”. La
misma se debió al número limitado de candidatos, al desmedido uso de recursos
administrativos y la presión a funcionarios públicos para concurrir a votar.
Armenia se independizó de la Unión Soviética
en 1991. Un año más tarde se enfrentó a la República de Azerbaiyán por la
región del Nagorno Karabaj, la cual declaró su independencia de forma
unilateral, sin ser reconocida por la comunidad internacional. Hasta este
momento Armenia ha tenido tres presidentes, el primero fue Levon Ter-Petrosian,
que dirigía la ex república soviética y que continúo como presidente del país
recientemente creado hasta su renuncia en 1998. Luego asumió el nacionalista
Robert Kocharián que dirigió la nación por diez años. El tercero que tomo el
poder fue Sargsyan, que ha logrado un crecimiento económico en los últimos años
pero que debe lidiar con un 30% de la población bajo la línea de pobreza y con
altas tasas de desempleo.
Este país del Cáucaso se encuentra en una zona
estratégica debido a los oleoductos que conectan Europa con Asia. Además,
debido al conflicto aún latente con su vecino Azerbaiyán, representa un lugar
con un posible foco de violencia. Otro tema importante es la relación con
Turquía, debido a la restauración de las relaciones diplomáticas y la
investigación que se realiza sobre el genocidio armenio a manos del Imperio
Otomano a principios del siglo XX. La población votó a Sargsyan, que representa
estabilidad para un país que aún no se ha recuperado totalmente de la guerra
que finalizó en 1994. Para los vecinos y los países interesados, los resultados
de las elecciones dicen que no habrá mayores cambios en Armenia.
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