La ex colonia
holandesa asumió en los últimos días la presidencia pro tempore de la Unasur.
Además meses atrás se incorporó al Mercosur como miembro asociado del
organismo. Surinam comienza a mirar hacia el sur pero qué sabemos nosotros de
este joven país sudamericano. Gobernado por el antiguo dictador Desiré
Bouterse, la pequeña nación alcanzará mayor grado de protagonismo en el próximo
año.
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En
la VII Cumbre de la Unasur realizada a fines de agosto en Paramaribo, capital
de Surinam, el país anfitrión recibió la presidencia pro tempore 2013-2014 de
manos del mandatario peruano Ollanta Humala. En la reunión los representantes
de las doce naciones dieron la bienvenida nuevamente a Paraguay, tras haber
sido suspendida en junio de 2012 y rindieron un homenaje al difunto mandatario
venezolano Hugo Chávez, por la importancia de este como impulsor de los
mecanismos de integración.
La
reunión apuntó a la participación de la sociedad civil en los distintos países
y a consolidar a Sudamérica como una zona de paz y seguridad. Se emitieron
declaraciones con respecto al proceso de paz de Colombia y al Medio Oriente.
Los Estados miembro manifestaron una extrema preocupación por la situación en
Siria; realizaron un llamado a la paz y condenaron las intervenciones
incompatibles con la Carta de las Naciones Unidas. En definitiva apelaron a una
resolución pacífica de las controversias.
Una
de las últimas acciones en conjunto de la Unasur fue el respaldo que varios
países le brindaron al presidente boliviano Evo Morales por la negativa de
ciertas naciones europeas para que sobrevuele sus territorios. El mandatario
Bouterse fue uno de los primeros en apoyar a su homólogo. Ese mismo mes Surinam
se incorporó como país asociado a Mercosur tras firmar en Montevideo los
protocolos de Adhesión. De esta manera el organismo incorporó a todos los
países de Sudamérica ya sea en carácter de miembro o asociado.
Surinam
no solo es parte de la Unasur sino que también ratificó el protocolo adicional
para promover el orden democrático. El tratado refiere a la plena vigencia de
las instituciones democráticas y el respeto por los Derechos Humanos para la
construcción de un futuro común de paz y prosperidad entre los Estados. Además
el convenio prevé medidas como cierre de fronteras, suspensiones así como
sanciones políticas y diplomáticas en caso de ruptura o amenaza del orden
democrático. Por ello es importante conocer cuál es la situación política de
esta nación de menos de 600.000 habitantes y con una participación de 0.1% del
PBI sudamericano.
La turbulenta vida política de la pequeña nación
Surinam
alcanzó cierto grado de autonomía en los años cincuenta pero no logró su
independencia de los Países Bajos hasta noviembre de 1975. Heredando el sistema
parlamentario holandés la situación política comenzó con sobresaltos ya que
cinco años después de creada la nación una crisis económica derivó en un golpe
de Estado, liderado por Desiré Bouterse,
contra el primer ministro Henck Arron. Los siete años que duró la
dictadura tuvo como hecho más destacado el asesinato de opositores en 1982,
conocido como “La Masacre de diciembre”. De ese suceso fue acusado Bouterse,
que hoy es el actual presidente del país.
El
retorno a la democracia en 1991, tras un breve período de inestabilidad, fue de
la mano del bloque liderado por Ronald Venetiaan, que gobernó hasta 1996 y tras
un gobierno de la oposición retornó en el 2000 hasta 2010. Los últimos comicios
parlamentarios se realizaron en julio de 2010 y otorgaron la mayoría a la
coalición “Mega Combinación”, la cual obtuvo 23 de los 51 asientos de la
Asamblea. Esta agrupación incluye al Partido Nacional Democrático encabezado
por Bouterse, que con el apoyo de Alianza Popular, partido del ex guerrillero
Brunswik alcanzó la presidencia.
La
crisis económica y el programa de austeridad manejado por el gobierno de
Venetiaan así como el desgaste que conlleva 10 años en el poder derivaron en la
victoria de Bouterse. Si bien Surinam
tuvo un crecimiento importante de la economía desde 2003 a 2008, los coletazos
de la crisis tumbaron al gobierno. Durante la campaña, llena de miedos y
acusaciones por los hechos del pasado, la población se manifestó preocupada por
la vivienda, el desempleo y la corrupción. El voto joven, que representa el 60%
del electorado, se inclinó hacia el ex dictador. La OEA, fiscalizadora de los
comicios, no reportó irregularidades.
La
mayoría del país considera que Bouterse es el único capaz de poder llevar
adelante un gobierno multiétnico en este país poblado por cristianos, hindúes y
musulmanes. Sin embargo el actual mandatario es un personaje controversial. En
abril del año pasado el Parlamento votó una amnistía para aplazar el juicio
contra él por los sucesos de 1982, de los cuales el ex dictador aceptó
responsabilidad pero negó participación directa. Además Bouterse fue
sentenciado en su ausencia a más de diez años de prisión en Países Bajos por
narcotráfico, condena que no cumple por su inmunidad como jefe de Estado.
Surinam
es según el Latinobarómetro uno de los países en que la población apoya más la
democracia. A pesar de cierto temor de la sociedad sobre un retorno a la época
del crimen organizado, los votantes dieron apoyo a Bouterse. Las primeras
acciones del gobierno derivaron en que en su último informe anual, la
organización Freedom House redujera el puntaje de la nación debido al
aplazamiento del juicio a los autores de la masacre de 1982. Surinam, un país
aislado históricamente, demanda mayor atención por su presencia en la Unasur y
como miembro asociado del Mercosur.
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