sábado, 12 de abril de 2014

Un llamado a la moderación en Hungría

A pesar de haber logrado un porcentaje de votos menor que en las últimas elecciones, el primer ministro húngaro Víktor Orbán triunfó en los comicios, mantuvo una mayoría de 2/3 e iniciará su segundo mandato consecutivo. El estilo autoritario, las diversas reformas para su conveniencia y el creciente nacionalismo, son algunas características del líder de este pequeño país de Europa
---
El pasado domingo los húngaros eligieron un nuevo Congreso de 199 representantes. El partido oficialista Fidesz (Unión Cívica Húngara) obtuvo el 44% de las preferencias, ocho puntos menos que en 2010. Sin embargo el nuevo armado de las circunscripciones electorales, que formuló Orbán para debilitar a la oposición, le permitió lograr 133 asambleístas y mantener una mayoría calificada en la Cámara. Este populista de derecha iniciará un nuevo mandato en busca de profundizar la revolución conservadora. Presentándose como garante de la independencia del país frente a la Troika europea, Orbán apunta a los valores nacionalistas, del cristianismo y la familia.

El segundo lugar en las elecciones fue para la coalición de izquierdas “Unión”, grupo de cinco partidos del que forma parte el Partido Socialista. Esta fuerza política, debilitada por escándalos de corrupción en el pasado, consiguió el 25% de los votos. Los liderados por Atilla Mesterhazy han pagado caro su sumisión a las políticas neoconservadoras en los primeros años del nuevo siglo. El tercer lugar en las elecciones fue para la agrupación antisistema y neofascista, Jobbick. El grupo nacionalista encabezado por Gabor Vona tuvo un espectacular aumento, cuatro puntos más que en los comicios pasados. El partido ultraderechista Jobbick tiene como principal premisa el renacer de la nación. Los Verdes finalizaron en cuarto lugar con 5.1% mientras que el resto acumulado alcanzaron un 3% de las preferencias.

Fidesz mantiene su fuerza en el Congreso

Viktor Orbán fue primer ministro de Hungría desde 1998 a 2002. Si bien en aquel entonces ya mostraba sus tintes nacionalistas, llevó adelante un gobierno liberal y moderado. En su juventud se caracterizó por su lucha contra el comunismo, exigiendo elecciones libres así como la retirada de las tropas soviéticas. Orbán retornó al poder en 2010 prometiendo sacar al país de la crisis económica. Una de sus principales medidas fue la reducción de un 20% de las facturas de agua y electricidad. Con los años estabilizó la economía, actualmente estancada. Sin embargo la principal reforma de este “hombre de pueblo”, como le denominan sus seguidores, fue la nueva Constitución que ya sufrió cinco enmiendas.  La aprobación de 850 leyes marcan claramente la tendencia de Orbán.

Los principales cambios que implementó el primer ministro, aprovechando su mayoría de 2/3, apuntaron a la justicia, los medios y el sistema electoral. Orbán recortó los poderes del Tribunal Constitucional, quitando jueces que no eran de su agrado y poniendo gente de confianza del Fidesz. La ley de prensa, apodada ley mordaza por la oposición, limita las libertades y obliga a una cobertura equilibrada de los hechos. Por último, la nueva legislación electoral permitió el voto a húngaros nacionalizados que viven en países vecinos y modificó la estructura de las circunscripciones. Además de las mencionadas, se realizaron cambios que comprometen la independencia del Banco Nacional, penalizan a las personas que viven en la calle y establece como base el matrimonio heterosexual.

La Unión Europea está alerta por esta deriva autoritaria de Hungría. Aunque tiene poco poder para intervenir en cuestiones que no sean económicas, una institución que tanto luchó por la democracia en el continente debería prender las alarmas ante el crecimiento de este tipo de gobierno. El resurgir del antisemitismo, las marchas anti gitanas y la erosión de independencia de la justicia preocupan a Bruselas. Mientras tanto Orbán se aprovecha de la poca separación del poder político y el del Estado. Igualmente si bien mantuvo las mayorías, por el nuevo sistema electoral, la caída de ocho puntos puede ser leída como un llamado a la moderación por parte de sus compatriotas.   



No hay comentarios:

Publicar un comentario