A pesar de
haber logrado un porcentaje de votos menor que en las últimas elecciones, el
primer ministro húngaro Víktor Orbán triunfó en los comicios, mantuvo una
mayoría de 2/3 e iniciará su segundo mandato consecutivo. El estilo
autoritario, las diversas reformas para su conveniencia y el creciente
nacionalismo, son algunas características del líder de este pequeño país de Europa.
---
El pasado domingo los húngaros eligieron un nuevo
Congreso de 199 representantes. El partido oficialista Fidesz (Unión Cívica
Húngara) obtuvo el 44% de las preferencias, ocho puntos menos que en 2010. Sin
embargo el nuevo armado de las circunscripciones electorales, que formuló Orbán
para debilitar a la oposición, le permitió lograr 133 asambleístas y mantener
una mayoría calificada en la Cámara. Este populista de derecha iniciará un
nuevo mandato en busca de profundizar la revolución conservadora. Presentándose
como garante de la independencia del país frente a la Troika europea, Orbán
apunta a los valores nacionalistas, del cristianismo y la familia.
El segundo lugar en las elecciones fue para la
coalición de izquierdas “Unión”, grupo de cinco partidos del que forma parte el
Partido Socialista. Esta fuerza política, debilitada por escándalos de
corrupción en el pasado, consiguió el 25% de los votos. Los liderados por
Atilla Mesterhazy han pagado caro su sumisión a las políticas neoconservadoras
en los primeros años del nuevo siglo. El tercer lugar en las elecciones fue
para la agrupación antisistema y neofascista, Jobbick. El grupo nacionalista encabezado por Gabor
Vona tuvo un espectacular aumento, cuatro puntos más que en los comicios
pasados. El partido ultraderechista Jobbick tiene como principal premisa el
renacer de la nación. Los Verdes finalizaron en cuarto lugar con 5.1% mientras
que el resto acumulado alcanzaron un 3% de las preferencias.
Fidesz mantiene su fuerza en el Congreso
Viktor Orbán fue primer ministro de Hungría desde
1998 a 2002. Si bien en aquel entonces ya mostraba sus tintes nacionalistas,
llevó adelante un gobierno liberal y moderado. En su juventud se caracterizó
por su lucha contra el comunismo, exigiendo elecciones libres así como la
retirada de las tropas soviéticas. Orbán retornó al poder en 2010 prometiendo
sacar al país de la crisis económica. Una de sus principales medidas fue la
reducción de un 20% de las facturas de agua y electricidad. Con los años
estabilizó la economía, actualmente estancada. Sin embargo la principal reforma
de este “hombre de pueblo”, como le denominan sus seguidores, fue la nueva
Constitución que ya sufrió cinco enmiendas. La aprobación de 850 leyes marcan claramente la
tendencia de Orbán.
Los principales cambios que implementó el primer
ministro, aprovechando su mayoría de 2/3, apuntaron a la justicia, los medios y
el sistema electoral. Orbán recortó los poderes del Tribunal Constitucional,
quitando jueces que no eran de su agrado y poniendo gente de confianza del
Fidesz. La ley de prensa, apodada ley mordaza por la oposición, limita las
libertades y obliga a una cobertura equilibrada de los hechos. Por último, la
nueva legislación electoral permitió el voto a húngaros nacionalizados que
viven en países vecinos y modificó la estructura de las circunscripciones.
Además de las mencionadas, se realizaron cambios que comprometen la independencia
del Banco Nacional, penalizan a las personas que viven en la calle y establece
como base el matrimonio heterosexual.
La Unión Europea está alerta por esta deriva
autoritaria de Hungría. Aunque tiene poco poder para intervenir en cuestiones
que no sean económicas, una institución que tanto luchó por la democracia en el
continente debería prender las alarmas ante el crecimiento de este tipo de
gobierno. El resurgir del antisemitismo, las marchas anti gitanas y la erosión
de independencia de la justicia preocupan a Bruselas. Mientras tanto Orbán se
aprovecha de la poca separación del poder político y el del Estado. Igualmente
si bien mantuvo las mayorías, por el nuevo sistema electoral, la caída de ocho
puntos puede ser leída como un llamado a la moderación por parte de sus
compatriotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario