La coalición del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pierde la alcaldía de Milán y enfrentará crisis de gobernabilidad.
Los ciudadanos italianos concurrieron por segunda vez a las urnas para elegir las alcaldías en 88 comunas, entre ellas trece capitales departamentales. La noticia más relevante que surge de los resultados, de dos días de comicios, es la victoria de las coaliciones centroizquierdistas en Milán y Nápoles. Dos semanas atrás se había realizado la primera vuelta de las elecciones en donde la centroizquierda se apoderó de Turín y Bologna.
La segunda ciudad y capital financiera de Italia, Milán, tendrá al abogado Giuliano Pisapia como nuevo alcalde, luego de un dominio de veinte años de administración de centro derecha. La actual alcaldesa, Letizia Moratti, del Pueblo de la Libertad (coalición política del primer ministro) logró un 44.9%, perdiendo con Pisapia del Partido Democrático, que alcanzó un 55.1%. Las propuestas del ganador se centraron en el cambio y principalmente en la tolerancia hacia los distintos sectores de la sociedad. Mientras tanto en la tercera ciudad, Nápoles, donde gobierna la izquierda desde hace 15 años, el candidato centroizquierdista por Italia de los Valores, Luigi De Magistris, logró un 65% de las preferencias. Además de Milán y Nápoles, la centroizquierda ganó en otras capitales departamentales como Trieste y Cagliari.
En primera instancia Berlusconi tomó participación directa en la campaña electoral, convirtiendo las elecciones en un referéndum a su gobierno. “Il Cavaliere” que actualmente se encuentra de visita en Rumania ha visto caer su popularidad en el último tiempo, debido a los escándalos judiciales y las acusaciones sexuales en su contra. La aprobación a su gobierno que en 2009 marcaba 56% cayó a un 31% en abril de este año. El último golpe al tres veces primer ministro fue a comienzos de este año cuando se lo acusó de prostituir a una menor. El caso de la chica marroquí, apodada Ruby, fue el último escándalo que incluyó a Berlusconi y que sin dudas formó parte de la gran caída de su popularidad. El ambiente político dentro del partido de gobierno no es el mejor, el descontento por parte de algunas fracciones con su líder y los resultados de ayer implicarán una serie de renuncias y propuestas de renovación para lograr mantenerse en el poder.
Las elecciones municipales dejan en claro que Berlusconi ingresa en su declive como figura de la política italiana. El mandato de “Il Cavaliere” expira en dos años, sin embargo la quita de confianza del partido nacionalista Liga Norte, liderado por Umberto Bossi, podría dejar al primer ministro sin mayorías para gobernar, debiendo adelantar las elecciones. Con la caída de la coalición de centroderecha se vislumbra tarde o temprano un cambio de mando en Italia. El Partido Democrático es la otra fuerza grande en el parlamento. No sería extraño que el nombre de su Secretario Nacional, Pier Luigi Bersani, comience a cobrar fuerza en una sociedad que ha decidido abandonar al polémico Berlusconi.
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