domingo, 26 de abril de 2009

Obama se acerca al continente


La V Cumbre de las Américas que se realizó en Puerto España (Trinidad y Tobago) del 17 al 19 de abril reunió a los representantes de todo el continente americano, con la excepción de Cuba. Dicha reunión que es auspiciada por la Organización de Estados Americanos tuvo como centro principal la presencia del nuevo presidente de los Estados Unidos: Barack Obama. Además, la misma se realizó en el contexto de la crisis económica mundial y si bien la agenda establecía temas de seguridad y medio ambiente, Cuba se llevó toda la atención. ¿Qué se podía esperar de una Cumbre que reúne tantos representantes e intereses diversos? ¿Cuáles son las conclusiones que se pueden sacar del día después de la reunión?


En primer lugar, lo que debemos remarcar es que las reuniones de esta índole son cumbres que podríamos tildarlas de “simbólicas”. Si bien hay ciertos temas para manejar en la agenda y en los cronogramas, la Cumbre de las Américas busca homogeneizar políticas y encontrar objetivos comunes a largo plazo. No podemos esperar soluciones para temas específicos ni grandes propuestas con éxito inmediato. Clara demostración de ello es que la declaración final se elabora meses antes de la reunión y se busca lograr un documento de consenso. Por lo tanto, cuando nos proponemos analizar las consecuencias de esta reunión multilateral debemos ser cuidadosos a la hora de expresarlas. En definitiva, son reuniones que no buscan soluciones concretas pero que sí emiten señales.

En segundo lugar, la reunión previa de los presidentes integrantes de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe, más conocida como ALBA, también fue un aspecto importante a destacar. Chávez y su grupo se congregaron los días previos a la Cumbre en la ciudad de Caracas para formar una posición de cara a la reunión. La defensa a Cuba y su plan “bolivariano” para el continente fueron los principales temas a tratar por el presidente venezolano, Evo Morales, Daniel Ortega y los mandatarios de Honduras y Dominica. Cuando el mundo entero esperaba una posición firme y dura en contra de los Estados Unidos, Chávez sorprendió por sus intercambios con el presidente norteamericano mientras que los otros mandatarios también se reunieron junto al hombre del momento. Queda claro que la artillería pesada que se preparó días antes no fue ejecutada y por lo único que se destacó el ALBA fue por abstenerse a firmar la declaración final conjunta.

Finalmente, uno de los aspectos claves de la reunión, sino el más importante fue la presencia del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Su disposición al diálogo, a escuchar las propuestas y las ideas de todos los mandatarios fue algo que destacaron los presidentes a posteriori de los acontecimientos. Desde la Casa Blanca se había anticipado que Obama no llevaría a la reunión ninguna propuesta en concreto, como anteriormente lo hicieran Clinton o Bush. El presidente se mostró en una actitud igualitaria frente a sus colegas y eso es de destacar. Sin desconocer que estamos ante la potencia más grande del mundo, lo que la mayoría de los presidentes de nuestro continente solicitan es un vecino del norte amigable, con propuestas interesantes y sin querer llevarse a todos por delante.



En conclusión, por más opiniones en contra que puedan existir a propósito de la cumbre por la no concreción de propuestas o la no firma de la declaración conjunta, la misma marca un nuevo comienzo de las relaciones América Latina – Estados Unidos. Debemos entender que con un personaje como Obama en el poder, el enemigo no son los Estados Unidos, el enemigo para el continente hoy en día tiene otros nombres como la pobreza, la desigualdad y la corrupción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario