Al conflicto en Cachemira se suma la rebelión naxalita
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Un grupo maoísta asesinó a importantes figuras regionales del Partido del Congreso, agrupación que
gobierna actualmente en India. El ataque, de gran significado político, dejó como
saldo 27 muertos y alrededor de 30 heridos. Los rebeldes asaltaron una caravana
de 40 vehículos que volvía de un mitin en la ciudad de Jagdalpur, al centro
este del país. Este es el mayor ataque de la organización naxalita en los últimos
tiempos.
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El domingo los insurgentes obstaculizaron la carretera con árboles
caídos y detonaron una mina para atacar al convoy. Un grupo de 200 maoístas
dispararon contra los automóviles que habían ignorado las medidas de seguridad
recomendadas por las autoridades, ya que transitaban por una zona de elevado
peligro. En el hecho falleció Nand Kumar
Patel, jefe regional (Estado de Chhattisgarh) del principal partido de la
India. También fue asesinado Mahendra Karma, fundador de Salwa Judum (“Marcha por la Paz”), formación política antimaoísta.
Este movimiento paramilitar, creado en 2005, fue declarado ilegal por las
autoridades. Uno de los heridos es el ex ministro estatal Vidya Charan Shukia,
el cual se encuentra en estado crítico. El primer ministro Manmohan Singh y la presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, se mostraron sorprendidos
y angustiados por el hecho. El principal partido de oposición, Bharatiya Janata, que gobierna el
Estado en donde ocurrió el asalto, condenó el ataque.
La integrantes de la organización maoísta, conocidos como
naxalitas por protagonizar una revuelta en la aldea bengalí de Naxalbari en 1967, luchan por la revolución agraria.
La guerrilla de corte comunista se encuentra activa en 12 regiones del centro y
este de India, una zona rica en recursos. El eje principal de la organización
se encuentra en el área de Bastar.
Los ataques de los maoístas se han reducido en los últimos años tras la
operación Caza Verde, lanzada por el
gobierno en setiembre de 2009. Esta
estrategia fue objeto de críticas por la expulsión de poblaciones tribales. El
último gran golpe de los rebeldes había sido en 2010, cuando asesinaron a 70
miembros de las fuerzas de seguridad. El histórico Partido del Congreso, que
tuvo como líderes a Jawaharlal Nehru e Indira Gandhi, gobierna desde 2004 cuando derrotó en las elecciones al partido nacionalista Bharatiya. Actualmente
debe enfrentar dos situaciones problemáticas en lo que refiere a seguridad
interna: la organización maoísta y la cuestión de Cachemira.
Crecimiento en ciertas provincias
India enfrenta una insurrección armada en la región de Cachemira
desde 1989, cuando jóvenes locales
con apoyo de combatientes islámicos pakistaníes, intentaron recuperar el poder.
El territorio es reclamado por la República
Islámica de Pakistán. Las diferencias entre los países vecinos se remontan
a la época de la independencia. Entre la república laica de India y Pakistán se
produjeron tres guerras luego de la división del imperio británico. Ambos países poseen la bomba nuclear y se
proveen fuertemente de armas, Pakistán le compra a China e India a Rusia y Estados
Unidos. Si bien la violencia en Cachemira
disminuyó en los últimos meses, Nueva
Delhi acusa a Islamabad de
apoyar el terrorismo, mientras que Pakistán aduce que se trata de una lucha de
liberación nacional. La semana anterior tres soldados hindúes murieron en una
emboscada en el distrito de Pulwama,
región de Cachemira administrada por India. El ataque se produjo luego que
las tropas lanzaran una operación contra los insurgentes.
El gobierno de Manmohan Singh declara a los rebeldes maoístas como
la principal amenaza para la seguridad interna de India. Según los
especialistas esta guerra causó más muertes que el conflicto internacionalmente
conocido de Cachemira. Ambos problemas adquirieron un peso importante en la
década del noventa cuando los nacionalistas estuvieron en el poder. Durante esa
etapa se agravaron los conflictos entre hindúes y musulmanes. El Partido del
Congreso lleva casi 10 años en el poder, intentando neutralizar los ataques
tanto de islamistas como de maoístas. El golpe del domingo fue calificado como
una agresión a la democracia. El desarrollo, logrado en ciertas áreas del país,
no se consolidó en todos los distritos de India, lo cual genera altas tensiones
entre agricultores pobres e industriales. Las grandes tasas de crecimiento
anual registradas convierten a India en un nuevo actor de la economía mundial.
Sin embargo deberá prestar mucha atención a las disputas internas, como la
revolución naxalita, para poder consolidar su democracia.
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